Voy caminando por una calle que desconozco, en sentido este, a medida que avanzo la zona me va recordando a la Avenida Rómulo Gallegos. Estamos en al acera derecha. Si, "estamos", ella está aquí.
Vemos un edificio, similar a un museo, con paredes blancas y grises claros, columnas gigantes y arquitectura impresionante (horita viene un arquitecto y me dice que si era impresionismo lo que veía). Entramos y ella va liderando.
La grama se extiende al pasar la entrada, algunos lugares tienen enredaderas (como buen gamer, me vino a la cabeza -
si, en un sueño- imágenes del videojuego Prince of Persia: Warrior Within, sin aspecto lúgubre), hay una sala abierta en el medio , pero que luego se torna difuso, como blur. Seguimos y bajamos unas escaleras hasta un patio con mesas,
puffs y sillas. Un lounge en el museo, qué brutal
De allí directo a sentarnos. Ella toma asiento en un puff, color verde creo, con las piernas estiradas y apuntando hacia las escaleras por donde llegamos. Estoy a su lado, recostado a su izquierda con la mayoría del cuerpo en el piso, pero con la cabeza en el puff ( una especie de perpendicularidad entre ambos). Despierto, sorprendentemente. Nos encontramos con una amiga en común que nos trae bebidas - yo tengo jugo de naranja- , ellas hablan y yo me volteo sobre mi propio eje, termino boca abajo.
Íbamos bien, estaba ligero, nada de miseria, nada de preocupaciones, sin embargo el destino le encanta participar hasta en los sueños. Tropiezo con la amiga común ( no pregunten cómo) y termino vertiendo jugo en el abdomen ( iba utilizar la palabra barriga, pero al parecer se ve feo) de Ella. Tiene una blusa, como una camiseta o franelilla verde. Trágame tierra, vergüenza, terror, la has derramado, somnoliéntamente (no es literal, fue un sueño).
Con toda la pena del mundo se la limpio, la amiga se rie, pero Ella ni le presta atención al momento. Medio restriego con la mano (tosco, el niño), luego con una servilleta blanca de tela, volteo a la derecha y Ella como si nada, abstracta,
viendo y no viendo hacia arriba. Culmino con la limpieza y reposo la nunca en su abdomen, y con su respiración (el balanceo de la barriga) y su olor, energía/vibración quedo nuevamente dormido - si, siempre estuve en el sueño-.
Soñé otra cosa luego de eso, pero no importa, fui feliz al despertar en la realidad, recordé años anteriores mucho mejores, los sentimientos, como si pudieras hacer todo y nada sin arrepentirte. Tan feliz que no pensé en Ella
Gracias por pasarte por acá, cómo verás escribo de manera simple, y trato de que sea una conversación contigo, explicando todo para que sean imágenes lo que se formen en tu cabeza, casi un vídeo, fotograma por fotograma. El museo de Bellas artes en Caracas (Venezuela) sirve de referencia para el lugar.
Nos vemos!