Hace años que te fuiste, mi querida Iati,
pero hay cosas de ti que jamás podré olvidarme,
esas tardes de verano en la casa de Nazca
tus visitas, tus regalos y tus retos enojados.
Recuerdo los domingos en la iglesia
y las salidas a la feria y los dulces y juguetes;
desde muy chiquito nos cuidabas y consentías
cómo pasó rápido el tiempo! Cómo? Iati querida.
Deseo que desde algún lado me vieras
y que entendieras hoy mi vida,
muchos logros y proyectos fueron gracias a tu guía.
Siempre estarás presente en mi corazón y mi mente
porque sos mi abuelita linda
y supiste siempre lo que yo te quería.