Orbis, El Kiosco de Bocadillos

in #steempress5 years ago (edited)


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El Kiosco de Bocadillos

El pequeño puesto de comida de Peter y su padre estaba situado cerca de una de las salidas de la plaza frente a la biblioteca de la Universidad de Alessia, si bien no era de los más populares entre los estudiantes, los ingresos que tenían eran suficientes como para poder vivir tranquilamente, las tortillas de vegetales y los bollos de harina de centeno rellenos de granos y setas que eran su especialidad, tenían una clientela fiel que se deleitaba con ellos, eran un cambio respecto a los bocadillos de carne y pollo que habitualmente se vendían en los otros kioscos del sitio.

Pronto se cumplirían cuatro años desde su accidente en la fábrica de Orbis en Axia, su padre y él se habían mudado a Alessia pocos meses después de eso, apenas pudieron iniciaron un nuevo puesto de comida como el que tenia su padre en Axia. Pero ese no fue el mayor cambio que tuvo su vida en los últimos años, al poco tiempo de llegar a Alessia, conoció a una joven estudiante de medicina y tras varios meses de noviazgo decidieron vivir juntos y ella se mudó con él y su padre.

Ahora, a casi dos años de estar juntos, están a la espera de su primer hijo, ya Lucia tiene siete meses de embarazo, los médicos que la han evaluado les habían dicho que esperaban un varón al que decidieron llamar Samuel, como el abuelo de Lucía. La llegada de Samuel fue una sorpresa para ambos, las otras hermanas de ella habían resultado ser infértiles y los médicos sospechaban que posiblemente ella también lo fuera.

Ya era casi la hora del almuerzo y Peter y su padre tenían todo previsto para la llegada del grueso de los clientes, normalmente los estudiantes tenían una hora para comer entre las clases de la mañana y las de la tarde, solía ser una locura de jóvenes caminando de un sitio a otro buscando donde gastar los créditos que les eran asignados para la comida, lo más pronto posible antes de que todo se acabará, generalmente su puesto no era la primera selección de la mayoría, pero siempre podían contar con su fiel clientela, formada sobre todo por profesores y estudiantes de los últimos años de carrera, para su orgullo incluso el director de la universidad se había vuelto asiduo comensal y fiel aficionado a los emparedados de hongos y vegetales.

La hora de almorzar, también era la única del día a la que podía ver a Lucia, entre la madrugada cuando él y su padre salían a preparar todo en el kiosco y la noche cuando Lucía se desocupaba de sus clases y se reunía con ellos para acompañarlos hasta la hora de cerrar, no tenia contacto con ella, a menos que por alguna extraña razón se suspendiera alguna de sus clases.

Peter siempre tuvo la idea de que, para él, un pobre y no muy listo obrero mutilado, proveniente de una sucia y salvaje ciudad industrial, encontrar a una hermosa e inteligente joven estudiante de medicina, que se fijara en él y quisiera ser su compañera de por vida, había sido el único y más grande logro de toda su vida y ahora estar próximo a ser padre de un niño sería la mayor alegría que tal vez el jamás recibiría.

Justo a las dos de la tarde empezó el flujo de estudiantes y docentes por los jardines y la plaza central de la universidad, en una apresurada búsqueda de comida. Los puestos que vendían emparedados de carnes de diferentes tipos, pastas y postres eran los más buscados, ubicados casi frente a la biblioteca, era la parte donde se apretujaba el mayor número de estudiantes. Peter pudo ver, como de entre la bulliciosa multitud de la plaza, venia Lucia abriéndose paso a empujones, vestía con la habitual bata azul que siempre llevaba cuando tenia clases de laboratorio, caminaba con dificultad y su aspecto era gracioso, ya que los botones de la una vez holgada bata, en su ahora abultado vientre, parecían un riesgo a la seguridad de los ojos de cualquiera que estuviese parado frente a ella.

No la veía desde la madrugada, cuando la había dejado dormida en la habitación, él y su padre salían mucho antes del amanecer y desde hace casi tres meses, cuando su vientre empezó a crecer y ella empezó a tener dificultades para dormir, él prefería no molestarla en las madrugadas. Su sonrisa era radiante, su pequeña y regordeta figura, destacaba entre la multitud, para Peter era como ver una sola persona a color en un mundo de tonalidades sepia.

-Hola Peter, hola señor Pedro, ¿aún no han empezado a vender?, ¿quieren que los ayude en algo?, tengo una hora libre después del almuerzo- dijo Lucía alegremente, aunque sofocada, frente al mostrador.

-No te preocupes Lucy, siéntate tranquila y descansa, que padre y yo ya tenemos todo listo, si quieres después de que comas, nos cuentas como van las prácticas- le respondió Peter, desde el otro lado del mostrador.

Lucía se sentó en una pequeña mesa con un solo asiento, prevista para ella al lado del kiosco y se dispuso a descansar y comer el almuerzo que había traído. Se excusaba diciendo que el médico le había dicho que debía comer más carne, pero lo cierto es que no disfrutaba mucho de la comida a base de vegetales que preparaban en el kiosco, le gustaban los bollos rellenos de setas, pero no podía comer eso todos los días, así que ella prefería traer su comida de la casa y así no comprar de la competencia.

Aquella tarde sería crucial en la carrera de Lucía, después de ayudar a Peter y Pedro a limpiar las mesas tras finalizar el almuerzo y conversar con ellos durante su hora libre, mientras ponían todo a punto para preparar la cena, se dirigió a la aficiona del decano de la facultad de medicina, para recibir de él la noticia, de que su tesis de investigación doctoral había sido aceptada y tan pronto concluyera las prácticas podría defenderla para recibirse.

Dieciséis meses después de este día Lucía se recibiría de médico, el pequeño Samuel ya con un año, los acompañaría a la promoción de su madre, ambos y su abuelo Pedro, no salían de su asombro, por lo rápido que el pequeño aprendía, a los ocho meses había empezado a decir sus primeras palabras y con un año, ya se hacia entender claramente, aunque con un limitado vocabulario.

Samuel, diferencia de otros bebes de su edad podía mantenerse concentrado por largo rato en una misma actividad, sin perder el interés en ella, además de tener una motricidad fina mucho más desarrollada que la de cualquier otro infante de su edad que conocieran, al punto de poder sostener un lápiz y hacer trazos firmes y coherentes en un papel, aun no sabía leer, pero identificaba y repetía las letras y números, además de contar hasta diez.

Aquella tarde en el acto de promoción de Lucía, Samuel. claramente intrigado por aquello, le pregunto a Peter, que sucedía, a lo que éste respondió que su madre se estaba recibiendo de médico, increíblemente Samuel entendía sin problemas lo que era un médico y le dijo a su padre, yo también quiero ser médico como mamá, tan claramente, que Peter quedo impresionado y no le comento a Lucía la anécdota, hasta pasados dos días de ocurrido. Lleno de alegría Peter le dijo a Lucía.

-Samuel me dijo que quería ser médico como su mamá- Peter con una amplia sonrisa continuó- viste Lucy, Sami será tan listo como tú no un tonto como su papá-

Al escuchar esto, Lucía se aproximó a Peter y lo abrazó lo más fuerte que pudo, -tu no eres tonto Peter, eres la persona más honesta y adorable que existe, además si fueras tonto, yo nunca me hubiese enamorado de ti- le dijo – y Samuel será más listo que ambos y tan bueno como tú-.

El apellido Hilbert una vez tuvo un papel tristemente importante en la historia, papel, ahora conocido sólo por algunos pocos académicos. En algunas décadas sería el precoz Samuel, el encargado de cambiar esto, para beneficio de una moribunda humanidad.

Texto original de @amart29, Barcelona, Venezuela, marzo de 2019
  1. Orbis, El Abismo
  2. Orbis, La Caldera
  3. Orbis, Los Cavadores
  4. Orbis, La Zona Olvidada
  5. Orbis, Aurora
  6. Orbis, Axia
  7. Orbis, La Biblioteca
  8. Orbis, Las Catacumba
  9. Orbis. Adiós a La Villa
  10. Orbis, Alessia

Espero que este breve relato haya sido de su agrado, agradezco sus comentarios y opiniones.



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Siempre me resulta muy fácil engancharme a tus relatos con solo leer el primer párrafo. ¡Felicidades has sido votado por él equipo @cervante esperamos poder seguir leyendo tus relatos!

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Saludos amigo @amart29, de visita en tu blog leyendo parte de tu heterogénea línea temática, te comento que leer relatos son uno de mis pasatiempos predilectos. “El apellido Hilbert una vez tuvo un papel tristemente importante en la historia, papel, ahora conocido sólo por algunos pocos académicos”, interesante, por tu contribución me ocupé un poco en indagar sobre el apellido Hilber, encontrando relación con D. Hilbert y su reconocido teorema de finitud.

Saludos cordiales, sigamos creciendo.

Hola @lupafilotaxia, gracias por tu apoyo y comentarios, una de mis aficiones es escribir relatos, espero que encuentres algunos de tu agrado en mi blog, aunque no esperes encontrar mucha precisión científica en ellos, me he dado muchas libertades en ese aspecto; se supone que casi todos conforman un mismo universo, aunque en diferentes momentos. En este caso Hilbert hace referencia a una corporación ficticia que puedes encontrar en los relatos de la serie 2300. Saludos