En una dieta baja en carbohidratos, la ingesta de carbohidratos se limita a alrededor del 5 al 10 por ciento, de modo que las proteínas y las grasas tienen prioridad en los hábitos alimenticios de la persona para poder mantenerse saciados y evitar los ataques de hambre. Como consecuencia, para mantener esa sensación de llenura la persona en cuestión adopta cierto hábito por la consumo de dulces, de esta manera se evita el subir de peso a causa de los carbohidratos por el consumo de dulces que producen la energía equivalente. Seguir este tipo de dieta previene el consumo excesivo de carbohidratos, lo que conduce a niveles más altos de azúcar en la sangre.
La diabetes es una condición en la cual el cuerpo no puede ingerir adecuadamente el almidón y el azúcar. Para que una dieta funcione a favor de un diabético, tiene que ser baja en grasas, alta en fibra y llena de minerales, vitaminas, fitoquímicos y antioxidantes. Mantener los tipos de alimentos con bajo índice glucémico también es importante. Los alimentos que están permitidos en las dietas bajas en carbohidratos son la carne, las aves, los huevos, el queso, el pescado y algunas verduras seleccionadas. Aunque algunas fuentes dicen que eliminar los carbohidratos no es recomendable para los diabéticos, ya que los carbohidratos en la dieta son vitales, debido a que constituyen el principal recurso de energía y nutrientes dentro de nuestros cuerpos. En una dieta para diabéticos, los carbohidratos en cantidades excesivas pueden ser mal vistos, pero las autoridades recomiendan una dosis diaria de no menos de 130 gramos. Por otro lado, los estudios han demostrado que la dieta baja en carbohidratos no causó efectos indeseables en los niveles de insulina, glucosa, presión arterial o colesterol. También vale la pena señalar que uno puede alterar una dieta de acuerdo con sus necesidades específicas. En este sentido, antes de seguir cualquier dieta, consulte con su médico para asegurarse de que obtendrá todos los nutrientes adecuados que lo ayudarán a controlar su condición. Los efectos de limitar la cantidad de carbohidratos en su dieta se manifiestan como pérdida de peso debido a una menor ingesta de calorías o al mantenimiento exitoso de su peso ideal. Recuerde que con la pérdida de peso, el azúcar en la sangre del cuerpo y los niveles de insulina mejoran naturalmente. Incluso, solo una pérdida de peso del 10 por ciento es una mejora sustancial para tener un mejor control de la diabetes. Además, cuando la pérdida de peso es parte de su objetivo de lograr una mejor salud para hacer que su condición sea más soportable, entonces una dieta cuidadosamente planificada se combina mejor con una rutina de ejercicios que sea lo suficientemente fácil de seguir. Las caminatas diarias y un par de docenas de repeticiones con pesas libres son buenos ejercicios de bajo impacto que puede adoptar. El ejercicio regular no solo ayuda a combatir la diabetes; también promueve una sensación de bienestar que le ayuda a mantener la actitud correcta hacia una vida más saludable para el bien.