En mi caso puedo actuar de dos maneras cuando me enfrento a esta situación:
- Bajo rendimiento: hay ocasiones en las que me paralizo. No logro ponerme de acuerdo en que hacer primero, me abrumo y me desespero. Siento mucha ansiedad pero me cuesta mucho ponerme en acción, salto de una tarea a otra sin ni siquiera tener algo de avance en la primera.
El tiempo se me va sin saber en qué, simplemente no logro concentrarme, la preocupación me atormenta y no me deja pensar con claridad. En este estado de ansiedad cometo muchos errores, se me caen las cosas, rompo otras, derramo agua accidentalmente, me salgo de la página sin querer (si lleno un formulario online) entre otras equivocaciones que me hacen tardar más.
- Alto rendimiento: en algunas ocasiones donde tengo un sobrecargo de tareas he resultado ser increíblemente eficiente con el tiempo. Actividades que generalmente me toman una hora, las termino en minutos. La conciencia de que tengo menos tiempo para actuar me hace concentrarme en cada tarea que realizo y las ideas parecen venir de una cascada infinita de creatividad, diseñando nuevas formas de no solo cumplir con mis actividades sino además terminarlas en el menor tiempo posible. Me siento animada, eufórica e increíblemente activa.
Prefiero este forma de asumir la presión que la primera que describí pero no todo es fantástico, hay un pequeño inconveniente cuando esto ocurre y es que algunas veces después de un día agitado o cuando he logrado concluir con todas mis responsabilidades y es hora del descanso, no puedo relajarme. Es como si mi cuerpo estuviese cargado de adrenalina o alguna otra hormona que lo mantiene despierto y alerta. Me cuesta mucho relajarme. Es como si mi cuerpo quisiera seguir activo por lo que después de salir del periodo bajo presión me cuesta conciliar el sueño. Incluso mi mente no puede detenerse si logro dormirme, es como si realmente estuviese despierta pero con los ojos cerrados, porque mi mente está activa, trabajando, estudiando, resolviendo cosas que ya no necesitan ser resueltas, haciendo cálculos, entre otras cosas.
¿Y tú cómo eres bajo presión?
Fuentes de las imágenes: 1 , 2, 3 <
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Hola mi estimada amiga Sofía.
Yo soy muy organizado, ordenado y metódico, por eso detesto el trabajar bajo presión.
TBP se puede asociar como dices con desorganización, falta de planificación y desmotivación.
Cuando las personas trabajan en algo que le es ajeno a sus capacidades y talentos originales nunca van a tener otra motivación que no sea recibir dinero a cambio.
Un fuerte abrazo desde Chile.