Lara me fascina. Me enseñó a apreciar esas cosas que siempre quería ver con detalle: el cielo, sus espectáculos y sus colores.
Lara me enseñó a apreciar los pequeños momentos. Desde gatos jugando en la ventana, matas, luces, flores, árboles, cielo, amistad y arte. A veces sufro de ansiedad fotográfica y trato en lo posible de fotografiar aunque sea el 70% de las cosas que me encantan, trato de buscar un encuadre lindo y me lanzo al agua.
El cielo me da un poquito más de vida, creo que lo que más deseo es ser un ave y perderme entre la inmensidad de las nubes y ver esos colores de cerquita, cantar cerca de ellos y recorrer mil cosas para poder mirarlas desde arriba. Qué fortuna debe ser ser un ave.
Que fortuna estar viva!
¡Qué espectáculo de foto! somos afortunados cuando nos topamos con paisajes como este (aunque sean cotidianos) y además tenemos el placer de fotografiarlos.
Amigo , que hermoso percepción y bueno te invito a pasar por mi blog a diferencia de lo que he publicado que creo contrasta con tu escritura, una hermosa foto...
Lara es espectacular, Barquisimeto y sus crepúsculos son poemas hecho contrastes!