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Al mencionar al pueblo de Sanare, o al Parque nacional Yacambú, seguramente pensamos en una zona de páramo neblinoso, con mucho frío y una exuberante vegetación de un verde de infinitos matices, pero realmente no es así, ya que esa descripción solo aplica para las regiones del municipio Andrés Eloy Blanco, del Edo Lara, con altitudes superiores a los 1000 m.s.n.m., recordándoles, que la montaña Dinta o Yacambú, también tiene influencia en áreas de otros municipios larenses, como Jiménez (Quíbor) y Morán (El Tocuyo); y el municipio José Vicente de Unda del Estado Portuguesa, cuyos pobladores mantienen un contacto permanente con estos espacios naturales, a lo largo y ancho de sus 721 km², extensión territorial que presenta discrepancias, en función de las fuentes de información.
La montaña Dintas, vista desde la entrada al pueblo de Sanare, mostrando su hermosa vegetación, sus cielos nublados, y la base del cerro, deforestada con fines de dedicar el área a la producción agrícola.
Imagen satelital, cortesía de Google Maps, que muestra la ubicación del municipio Andrés Eloy Blanco en territorio del Edo. Lara
Para efectos didácticos, en esta publicación vamos a manejar los conceptos propuestos por Silva (1999), acerca de los pisos geotérmicos, para comprender mejor las relaciones ecológicas que se desarrollan en los espacios naturales del municipio Andrés Eloy Blanco, que incluye los siguientes:
Piso Geotérmico Caluroso, ubicado entre los 0 y 850 m.s.n.m., con temperaturas entre 23° y 28° Celsius.
Piso Geotermico fresco*, ubicado entre los 850 y 1650 m.s.n.m., con temperaturas entre 18° y 23° Celsius.
Piso geotérmico templado, ubicado entre los 1650 y 2500 m.s.n.m., con temperaturas entre los 13° y 18° Celsius.
Este municipio colinda con el caserío Villa Rosa, ubicado cerca de sitio conocido como subida de cemento, en la carretera Quíbor-Sanare, Municipio Jiménez, Edo. Lara, donde se observan, a la margen derecha de la carretera, un grupo cerros sin cobertura vegetal, que son usados para la extracción de arcilla que es llevada al Edo. Carabobo y comercializada para la elaboración de cerámicas y pocetas de baño, que son de propiedad privada y corresponden al ciudadano José Bernardo Dorante, las cuales incluyen terrenos de los espacios naturales del municipio Jiménez, además de zonas del municipio Andrés Eloy Blanco, cuyas coordenadas geográficas son 9.797096, -69.643521.
Imagen satelital, cortesía de Google Maps, de la carretera Quíbor-Sanare, mostrando la curva de cemento, a la extrema derecha y abajo, además de la visual de algunas zonas ricas en arcilla.
Imagen actual de la curva de cemento ubicada en la carretera Quíbor-Sanare.
La parte baja del municipio Andrés Eloy Blanco, colindando con el municipio Jiménez, presenta cerros arcillosos en la margen derecha. La vegetación y fauna de esta zona es típica de áreas xerófitas o piso geotérmico caluroso.
Estos espacios del sector Villa Rosa presentan un aspecto árido, con cerros y oquedades que dan la impresión de un paisaje muy intervenido, contrastando con la margen izquierda de la carretera, que a medida que asciende hacia Sanare, muestra una vegetación tupida, formada por espinares, cactus arbóreos, un arbusto silvestre no identificado que pierde todas sus hojas y viste sus ramas con flores de color morado, destacando que en estos espacios naturales se extiende el tendido eléctrico que alimenta todos estos sectores rurales y continúa hasta la población de Sanare y mucho más allá.
Las minas de arcilla de la margen derecha de la carretera se extienden muy abajo, en el municipio Jiménez.
A medida que ascendemos en altitud, se nota el tendido eléctrico que se extiende a través de picas que han hecho en medio de la vegetación. Se desconoce el impacto ambiental de estas estructuras de hierro y de las podas periódicas que se ejecutan, como medida de mantenimiento.
Cuando faltan unos 15 km para llegar a Sanare, se encuentran, a la margen derecha, los depósitos de la arcilla que ha sido extraída de estos cerros amarillentos, que es transportada en vehículos de carga, tipo gandola, con el consecuente peligro para los viajeros que usan esta vía, y con muchas emisiones de gases tóxicos, producto de la combustión que ocurre en los motores de estos grandes camiones, que usan elementos derivados del petróleo.
El vigilante de esta cantera no permite tomar fotografías, por lo que recurrí a la imagen satelital, que muestra el depósito de arcilla, adyacente a la carretera, y las vías depenetración hacia las minas. (Imagen cortesía de Google Maps)
Un poco más arriba, cuando ya faltan unos 7 km para llegar a Sanare, encontramos una vía de tierra que conduce a un vertedero de basura, que es quemada a la vista de todos los habitantes del sector, del cual se desprenden columnas de humo gris, que va directo a la atmósfera, cuyo impacto ambiental se desconoce.
La basura que se vierte y quema en estos espacios naturales es recogida en las poblaciones de Palo verde, Sanare, Palmira, Sabana Grande, Tintinal y Potrerito.
El viento se encarga de diseminar estas columnas de humo.
Al subir la empinada carretera, nos conseguimos con la población de Palo Verde, que es la primera puerta de entrada a la montaña Dinta, y a la zona donde se ubica la Fumarola de Sanare, única manifestación de actividad geotérmica en Venezuela, sitio digno de visitar, eso sí, con un baquiano, que garantice que no se van a extraviar los excursionistas, ya que esta es una zona agreste y de difícil acceso.
Esta zona está enmarcada en el piso geotérmico fresco, lo que da una idea del tipo de vegetación que vamos a encontra, incluido el bioma de selva nublada.
Palo verde está ubicado a unos 18 km, al este de Quíbor, a una altitud de 1312 m.s.n.m., que la sitúa en el piso geotérmico fresco, característica que se comprueba al observar lo frondoso y verde de la vegetación existente, que es acompañada por abundante humedad atmosférica y temperaturas que oscilan entre los 22° y los 27° Celsius.
La plaza Bolivar de Palo Verde, custodiada por el busto de nuestro Libertador. Al fondo, el Parque Nacional Yacambú.
Esta es una zona de vocación agrícola, donde se cultivan hortalizas y otros rubros que requieren remover la cobertura vegetal originaria, abonamiento y fumigación para mejorar el desarrollo de los cultivos y esto trae consigo el alejamiento de las especies de fauna, así como la contaminación de las fuentes de agua y de la atmosfera, sin olvidar que la desforestación de los árboles y el retiro de la cobertura vegetal tienden a elevar la temperatura ambiental.
Cultivo de cebollín, que amerita una parcela deforestada, abonamientos químicos y muchos insecticidas y fungicidas.
Una parcela de unas tres hectáreas, sembrada con maíz, que amerita abonamiento y deforestación de la tierra.
Algunas áreas de Palo Verde tienen asentadas estructuras de tubo y tela, usados como invernaderos, ya sea para producir semilleros, o para cultivar hortalizas.
Los invernaderos crean espacios aislados del entorno para garantizar que los patógenos se mantengan lejos de los cultivos, pero también les impiden la entrada a los polinizadores naturales.
El impacto ambiental en estas tierras del municipio Andrés Eloy Blanco es evidente:
La fauna y flora autóctonas han desaparecido de estos lugares, unos por el sometimiento a la tala, poda y quema indiscriminada, y otros, huyendo de los agroquímicos, la excesiva insolación y la pérdida del hábitat que ocupaban en sus ecosistemas.
A la derecha y al fondo de esta imagen, se observan lots de tierra que han sido deforestados y cultivados con rubros agrícolas. Hasta ahora, los agricultores de Palo Verde han respetado las áreas del parque nacional.
A partir del caserío Palo Verde, estamos a la sombra de la montaña Dinta o Yacambú, y al salir del pueblo de Sanare, tenemos dos opciones:
Seguir la vía que nos lleva a la población de El Tocuyo, a la margen derecha, que nos permite contemplar parte del sector conocido como San Quintín, observar los caseríos Palmira, Sabana Grande, Tintinal, Potrerito y de allí, hasta las adjuntas, donde comienza el municipio Morán, en donde se presenta un denominador común, que es la deforestación de la mayoría del terreno, que ha quedado desprovisto de cobertura vegetal con la intención de crear parcelas de cultivo agrícola que nos traen una historia triste, de alejamiento de la fauna autóctona por la introducción de especies vegetales del tipo hortalizas, que vienen acompañadas con aumento de la temperatura a nivel del sustrato, presencia de agroquímicos residuales y tóxicos, pérdida de los hábitats y de muchos nichos ecológicos, contaminación de las fuentes de agua, y lo más lamentable, hasta ahora no hay reportes concretos acerca del impacto ambiental, o de alguna acción de parte estatal.
Sector de Monte Carmelo, visto desde Sanare.Existen numerosas parcelas muy cerca de la base de la montaña.
La quebrada de Sabana Grande, que recoge agua de varios sectores, entre ellos, San quiníin.
La vía que conduce al sector San Quintín.
Parte del caserío Palmira, en la base del cerro adyacente al caserío Yay.
Muchas parcelas agrícolas se hacen visibles en el caserío Palmira.
La otra opción que tenemos, es tomar la vía que conduce a la montaña, que es la que diseñaron, desarrollaron y usaron los entes técnicos que trabajaban en la construcción de la represa de Yacambú, la cual, durante mi época de estudiante de pregrado, era una carretera asfaltada de primera calidad, que permitía la conducción de vehículos de carga pesada y todo tipo de automotores livianos.
Este tramo carretero atraviesa el corazón del Parque Nacional Yacambú, y tiene intersecciones de vía que se dirigen a los distintos caseríos de la zona alta, pertenecientes a las parroquias Yacambú y Quebrada Honda de Guache, que están adyacentes al parque nacional y son zonas dedicadas a la agricultura, el turismo y la recreación, que se han convertido en áreas de perturbación de los ecosistemas naturales, pero que irremediablemente, llegaron para quedarse en la montaña.
Sector La Pacca, donde conseguimos la señalización apropiada para un recorrido sin contratiempos dentro del parque nacional.
En cierta ocasión, durante el año 1983, tuve la oportunidad de subir la montaña en mi vehículo para conocer el caserío Caspo, y contemplé una tenue neblina, que a las 9 de mañana no me dejaba ver la carretera. Nos detuvimos al margen de la vía y pude observar el cuerpo inerte de zorro gris, de excelente complexión, que yacía muerto a un lado de la cuneta por donde corren las aguas de lluvia. Lo toqué para comprobar si estaba muerto y en efecto, lo estaba, además de estar casi congelado, porque de seguro, fue atropellado la noche anterior y había pasado todas esas horas a merced de los factores ambientales. Al oír los sonidos de la selva, me hice una idea de la hermosa y abundante diversidad de especies de fauna y flora presentes en aquellos espacios naturales.
Por momentos, la neblina inunda todo el sector del parque nacional, y nos sorprende con un frío excelente.
Los visitantes del parque nacional se han acostumbrado a respetar las normas de no extraer material vegetal del sitio, a dar buen uso al parque de la laguna El Blanquito, a recoger la basura y desechos que se producen como consecuencia de la actividad humana, y me consta, que siempre existen cuerpos de seguridad de Imparques vigilando toda la zona.
El tramo de carretera que atraviesa el parque nacional es seguro y está en buen estado.
El espacio ocupado por el parque nacional Yacambú está ubicado entre los 500 y los 2280 m.s.n.m, lo que nos permite observar los pisos geotérmicos caluroso, fresco y templado, con todas sus implicaciones ecológicas, en sus distintas áreas de influencia que incluyen a los municipios Andrés Eloy Blanco, Morán y Jiménez del Edo. Lara, y parte del municipio Unda, del Edo. Portuguesa.
Cobertura vegetal sobre el parque nacional Yacambú.
FUENTE
El parque nacional Yacambú, en la zona conocida como Agua Clara, perteneciente al municipio Jiménez, Edo. Lara.
Considerando que, a medida que se asciende en altitud, la temperatura va disminuyendo unos 0,69° Celsius por cada 100 metros de elevación (Jahn, 1934 y Röhl, 1951), al trasladarnos a zonas más elevadas del municipio Andrés Eloy Blanco, vamos a conseguir zonas con un clima más frío, que modelan los pisos geotérmicos propuestos por Salas, y con ellos, las especies de fauna y flora que allí habitan.
Las condiciones térmicas del área del parque nacional se caracterizan por presentar una marcada isotermicidad anual, tal como debe ocurrir en cualquier área en la zona intertropical, lo que se demuestra porque apenas hay una variación mínima entre el mes más cálido y el mes más frío, promediando un total del 21,2°Celsius, en todo el parque.
Esta es la medición de la temperatura que hace mi equipo celular, en la montaña
La deforestación en algunas zonas bajas del parque, ejecutada por invasores con fines de actividad agrícola ha traído como consecuencia la ausencia de flores silvestres, lo que ha desplazado a los polinizadores naturales, afectando el ciclo vital de muchas especies vegetales y animales, que han perdido sus fuentes de alimento, hábitat, y abandonado sus nichos ecológicos.
Al ascender a una altitud de 1000 m.s.n.m., se consiguen muchas especies silvestres, como este mastranto o menta, muy usado por los campesinos con fines medicinales, y muy visitado por polinizadores como esta abeja, de la Familia Apidae.
Estos procesos de deforestación son más visibles en las zonas altas del parque nacional, ubicadas en localidades pertenecientes al municipio Jiménez (Cubiro, Paso Real, etc.), que en las zonas pertenecientes al municipio Andrés Eloy Blanco, que son más vigiladas por la importante afluencia de turistas.
Esta imagen satelital actualizada, cortesía de Google Maps, nos muestra la terrible deforestación que viene ocurriendo en los sectores de Paso Real y Cubiro, municipio Jiménez, que contrasta con lo visualizado en la imagen que se refiere a la cobertura vegetal del parque nacional Yacambú, trabajo realizado en 2013 (retroceda 4 imágenes en esta publicación).
Los turistas pueden convertirse en multiplicadores de las bondades de este parque nacional y de todo el municipio Andrés Eloy Blanco; y de su actuación, seguramente va a depender que conservemos estos hermosos paisajes naturales.
Una turista contempla el paisaje en la zona del caserío Palmira arriba, frente a la posada Santa Eduvigis, en medio de una atmósfera cargada de neblina y frío, elementos fundamentales para fomentar el turismo y la educación ambiental de los ciudadanos.
Bibliografía sugerida:
MAPAS DIGITALIZADOS A PARTIR DE IMÁGENES REMOTAS, PARA LA COMPRENSIÓN DEL PAISAJE: PARQUE NACIONAL YACAMBÚ.
FUENTE
CARACTERIZACIÓN FÍSICO-NATURAL DEL PARQUE NACIONAL YACAMBÚ.
FUENTE
parques nacionales de Venezuela.
FUENTE
PALO VERDE, MUNICIPIO ANDRÉS ELOY BLANCO.
FUENTE
Análisis multitemporal y de la estructura horizontal de la cobertura de la tierra: Parque Nacional Yacambú, estado Lara, Venezuela.
FUENTE
Municipio Andrés Eloy Blanco.
FUENTE
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Ali Riera
Todas las imágenes, excepto la que indica la fuente, fueron tomadas con un equipo celular Xiaomi Redmi9C y son propiedad de @aliriera
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