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La morfología de las plantas es la que casi siempre nos enamora, por los rasgos físicos que presentan las especies vegetales, que incluyen la forma de sus órganos, sus colores y adaptaciones evolutivas a los distintos ecosistemas donde habitan, tal como ocurre con las especies que pertenecen a la Familia Orchidaceae, uno de los grupos taxonómicos más evolucionados de la naturaleza, tanto por sus desarrollos foliares, como por sus flores e inflorescencias, así como por sus métodos reproductivos, que superan en mucho a otras especies de angiospermas.
Las flores de las especies de orquídeas son muy diversas y evolucionadas, destacando por el aroma que se desprende de sus nectarios, que puede ser muy dulce y agradable, como en las especies del Genero Cattleya, o bastante repugnante, como en las epífitas del Género Bulbophyllum, sin olvidar la especialización de sus sépalos y corolas que, en muchos casos, asemejan las hembras de los insectos que las polinizan, acción que logran a través del engaño al macho artrópodo, que confundido, cree que se está acoplando y copulando con su hembra, cuando en realidad se trata de la flor de la orquídea. Es durante esa falsa cópula, que el insecto se impregna del polen de la flor y luego, al visitar otrs planta, lo deposita sobre el estigma de la flor, que lo atrapa, conduce hasta el ovario y allí, ocurre la fecundación.
Una planta de orquídea del Genero Cattleya, creciendo silvestre en el sector El Toro, caserío Usera, municipio Iribarren, Edo. Lara. Las especies del Género Catleya presentan bulbos a partir de los cuales crecen una o dos hojas.
Una planta de orquídea del Género Schomburgkia, creciendo como epífita sobre un árbol de trinitaria, en nuestra casa de campo, en el caserío Palmira, Edo. Lara. Noten la vara floral y al final de esta, las flores, formando una inflorescencia racimosa.
Las orquídeas ocupan una variedad de hábitats que, incluyen los aires o sobre estructuras que las elevan del suelo (epífitas), el suelo propiamente dicho, y algunas se comportan como plantas de las rocas o se enredan sobre cualquier soporte para fructificar sus hojas, bulbos. ramas, flores y raíces.
Una orquídea de tierra, del Género spathoglottis, creciendo en un matero que está ubicado en el jardín de una casa del caserío Palmira, municipio Andrés E. Blanco, Edo. Lara. Noten la vara floral que surge a partir del tallo subterráneo y termina en la inflorescencia.
Una orquidea burrera de la zona árida del norte del Edo. Lara, del Género Oncidium, que fue víctima de extracción y está creciendo sobre el tronco de un árbol de caoba, ubicado en el oeste de la ciudad de Barquisimeto, bajo sombra total. Noten lo largo de la vara floral, la cual no se presenta de ese modo en el ecosistema natural.
Detalle de las raíces, seudobulbos y hojas de la orquídea burrera del Género oncidium, extraída de su habitat natural.
Venezuela es un país rico en variedades de orquídeas, pero, además, sus floricultores han introducido especies exóticas provenientes de todos los continentes de la zona pantropical, las cuales se han adaptado muy bien a nuestros ecosistemas, y todavía no he encontrado reportes de que estén causando problemas que afecten la diversidad de especies autóctonas o estén desplazando a otras especies locales.
Una orquídea del Género Paphiopedilum, nativa de Laos y Vietnan, donde está en peligro ecológico por pérdida de su habitat. Ha sido introducida en Venezuela, especialmente en las zonas frías del Edo. Lara (1300 m. s.n.m.). Noten el labelo (pétalo modificado), sobre mi dedo meñique, visto desde la parte superior, en forma de zapatilla o recipiente.
Una orquídea del Género Epidendrum, nativa del continente americano.
A nivel taxonómico, las orquídeas pertenecen al Reino Plantae, División Magnoliophyta, Clase Liliopsida, Orden Asparagales, Familia Orchidaceae, e incluye más de 700 géneros, con unas 25000 especies, eso sin olvidar que los floricultores han logrado crear hasta 60000 variedades comerciales.
Una planta de orquídea, del género Cattleya, creciendo sobre un árbol de Guanabana (Annona muricata), en mi casa del caserío Palmira, Edo. Lara. Noten en la parte superior de la flor, dos pétalos y dos sépalos. Abajo, el labelo, con pintas violeta, amarillo y blanco, en cuyo interior están los órganos reproductores de la planta.
Las orquídeas son plantas monocotiledóneas, con un avanzado sistema de dispersión de semillas, una gran versatilidad para colonizar territorios que convierten en sus hábitats y entre los géneros más populares y más comerciales encontramos Catleya, phalaenopsis, Epidendrum, Schomburgkia, vanilla, dendrobium, Calypso, Spathoglottis, Bulbophyllum, entre muchos otros, los cuales son cosmopolitas, y muy apreciados por las amas de casa que cultivan su propios jardines, por los floricultores aficionados y por las grandes corporaciones que controlan el mercado mundial de la floristería.
Una planta de orquídea terrestre del Género spathoglottis, especie S. Plicata, variedad amarilla. Noten la forma de Cristo redentor del labelo. Esta es una planta muy comercial. La imagen fue tomada en el jardín de una casa del caserío Palmira.
Frutos inmaduros de una orquídea del Género Cattleya, fotografiados en el jardín de mi casa, en el caserío Palmira.
Frutos secos, que ya han dispersado sus semillas en el entorno, creciendo silvestres en un sector rural del caserío Usera, sector El Toro, norte del Edo. Lara.
Frutos inmaduros de una planta de orquídea del Genero Schomburgkia, fotografiados en el jardín de mi casa en el caserío Palmira. Noten que los frutos aún conservan parte del perianto.
Es algo normal que, en Venezuela asociemos el término orquídea con nuestra flor nacional, y de inmediato pensemos en plantas epífitas, pero en realidad las especies de la Familia Orchidaceae ocupan variados hábitats, producto de su evolución divergente, que las ha llevado a especializarse a fin de garantizar que ocurra la polinización cruzada, obteniendo un vigor genético que las ha llevado a la cúspide dentro de los ecosistemas que ocupan.
Una orquídea terrestre del Género Dendrobium, fotografiada en el jardín de una casa ubicada en Barquisimeto, Edo. Lara.
El objetivo fundamental de esta publicación es que los amables lectores comprendan que las orquídeas van más allá de las especies que conocemos como flor de mayo, que, ocupan hábitats variados, incluidas las especies epífitas, y tienen un denominador común en sus flores, representado en los hermosos artilugios del labelo, que invitan a los polinizadores a copular con la flor, sin olvidar las numerosas semillas, muy pequeñas, que poseen en sus cápsulas, que son diseminadas en forma mecánica para que se distribuyan por el entorno y alcancen sitios apropiados para su germinación. Este método de dispersión de las semillas y las características del hábitat donde germinan, es lo que hace que, nosotros, los cultivadores artesanales de orquídeas, tengamos problemas para lograr la propagación de las mismas en nuestros jardines por vía sexual, teniendo que conformarnos con el uso de propágulos asexuales, o hijuelos que algunas plantas producen a partir de sus seudobulbos, o que acudamos a los espacios naturales para extraer las plantas de orquídeas que allí crecen, con el consecuente daño a los ecosistemas.
Una planta de orquídea del Genero Oncidium, fotografiada en el caserío Palmira, a unos 1360 m. s.n.m. Es una planta epífita.
Una planta de orquídea del Género Oncidium, creciendo silveste a unos 700 m.s.n.m., en el sector Mojomú, de la montaña de Mucuragua. Es una epífita arbórea, pero tambien puede crecer sobre las rocas (litofita).
Una planta epífita del Género Cattleya, Especie Cattleya mossiae, conocida como flor de mayo o flor nacional de Venezuela, fotografiada en el jardín de mi casa, en el caserío Palmira.
Es una tarea difícil, impedir que las personas realicen la extracción de material vegetal de los espacios naturales, de modo que las autoridades han acudido a la creación de áreas protegidas, como los parques nacionales, para controlar, en menor medida, ese hábito muy arraigado en Venezuela de cultivar orquídeas silvestres en nuestros jardines, de modo que lo más conveniente para estas especies vegetales es recrear espacios similares a los ecosistemas donde crecen en forma natural.
Una planta del Género Cattleya, que crece silvestre, como epífita, en el sector El Toro, caserío Usera, al norte del Edo. Lara
Una planta del Género Cattleya, que fué extraída de la montaña Dintas, en Yacambú, municipio Andrés E. Blanco, Edo. Lara, y ahora crece en el jardín de una casa en caserío Palmira.
El otro objetivo, es que se vayan familiarizando con los diferentes taxones donde se incluyen estas especies, a fin de que no solo las llamen orquídeas, sino que conozcan el Género y Familia, y las características inherentes a estas categorías taxonómicas, que siempre las hay.
Bibliografía sugerida:
Orquídeas Terrestres género Spathoglottis.
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Paphiopedilum latanianun.
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Calypso bulbosa,
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Flor Nacional de Venezuela.
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Orchidaceae
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Mi colección de orquídeas.
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Oncidium sphacelatum.
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Ali Riera
Todas las imágenes, excepto las que indican la fuente, fueron tomadas con un equipo celular Xiaomi Redmi9C y son propiedad de @aliriera.
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