¡Esa vida era toda real!
Los pecados terrenales no perdonan.
Sé que no puedes huir..
Maldita sea, del tamaño de un campo de fútbol.
Por fuerza de voluntad nacida maravilla
Y no sabía en absoluto qué es el dolor.
Y asperja nuestro planeta,
E incluso la persona más amable.
No le creo ahora
Regalos de oro de la naturaleza.
Todo volverá a pasar de los monos.
Para mantener la rutina y la mentira en el pasado.
En eso tienes razón que hablamos entre computadoras no es que seamos computadoras.