Los mejillones con patatas fritas, conocidos como "moules-frites," son un plato icónico de la gastronomía belga, especialmente popular en Bruselas. Esta deliciosa combinación es una tradición culinaria arraigada en Bélgica y una experiencia culinaria imprescindible para los visitantes.
La tradición de comer mejillones con patatas fritas se remonta a finales del siglo XIX, cuando los mejillones eran asequibles y abundantes en la región costera belga. Hoy en día, se preparan de diversas maneras, siendo la receta clásica aquella en la que los mejillones se cocinan con cebolla, ajo, perejil y vino blanco, y se sirven con una montaña de crujientes patatas fritas doradas.
Los lugareños y visitantes por igual pueden disfrutar de este manjar en muchos restaurantes y brasseries en Bruselas. Algunos de los lugares más destacados incluyen Chez Léon, un establecimiento emblemático en la Grand Place, y La Roue d'Or, conocido por su receta tradicional.
Los mejillones con patatas fritas son un verdadero reflejo de la rica tradición culinaria belga y una delicia que no debes perderte al visitar Bruselas. La combinación de sabores y la experiencia cultural que ofrece hacen de este plato un símbolo de la ciudad y una experiencia gastronómica inolvidable.