Estamos ya iniciando el mes de Diciembre del año 2020, además de ser ya definitivamente la época decembrina y navideña, también ocurre que este año se tienen previstas las elecciones de los miembros del poder legislativo nacional. Sin embargo, las tradicionales condiciones de peculado de uso del partido de Gobierno de los recursos del Estado para beneficio de su parcialidad y perjuicio de su opositores, así como el ambiente polarizado y las amenazas veladas, ponen un escenario que me dejan sin saber si veré de nuevo algo como los resultados del 2015, en donde la oposición ganó la mayoría y el Gobierno se vio en la necesidad de recurrir a subterfugios desleales para anular la posibilidad de que la Asamblea Nacional pudiera ejecutar su función de contraloría y les dificultara seguir robando los recursos y bienes de la nación con la comodidad a la que ya estaban acostumbrados.
O puede que vea una nueva versión de aquella elección del 2005 cuando los partidos opositores se retiraran en masa de la elección y entregaron sin lucha el poder legislativo al partido de gobierno, con lo que pudieron aprobar toda clase de esperpentos legales, se plegaron siempre a proteger a sus partidarios de cualquier investigación de sus actos de corrupción, sin importar que fueran tan culpables como el pecado.
En cualquiera de los casos el futuro que puedo ver no es agradable, sería increíble si el gobierno no logra la mayoría a pesar de haber inhabilitado ya hace tiempo a los dirigentes opositores que podrían ser un problema a sus intereses, arrebataron jurídicamente los emblemas de varios partidos opositores e incluso de aliados que no se arrodillaron obedientemente, lograron re-ubicar centros de votación y realizaron otras acciones que hacen temer que es poco probable que las elecciones que vienen sean muy limpias.
Si después de todo el esfuerzo que han hecho para impedir volver a perder el poder legislativo, llega a pasar que pierden, entonces puede que vuelvan a inhabilitar a ese poder usando todos los demás poderes que están bajo su servicio y las tensiones sociales y políticas empeoren.
Otra posibilidad terrible es que los partidos opositores se rindan y ante una elección tan dispareja y con tanto ventajista abusivo por parte del gobierno, retirándose de las elecciones... pero, eso ya lo hicieron la década pasada y el resultado fue aterradoramente malo.
Es terrible, si los opositores participan, entonces los interese en el Gobierno no les dejaran ganar, si ganan les arrebataran el triunfo o simplemente los dejaran en un limbo jurídico y operacional para poder seguir actuando de la manera que quieran sin tener que entregar cuentas por sus errores o por sus acciones corruptas.
Entonces, estas elecciones van a servir de algo... puede que no, pero me encuentro en un dilema, soy un practicante de la participación por elección, admito que esta postura ante un grupo que funciona como una mafia criminal que no le importa torcer las leyes para lograr lo que quiere, pues, no es como que la mejor de las posiciones, pero es que no tengo ninguna otra opción que pueda realmente usar, pues, ¿qué voy a hacer? Acaso rendirse y renunciar a la lucha... acaso llegar a la locura de que como no hay salida institucional hay que tomar un camino violento... ninguna de estas últimas opción se ajusta a mi y mi realidad, así que sólo tengo la opción de votar, aunque una parte de mi me advierte que los escenarios que vienen son terribles.
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