el dia que oscurecio en Maracay

in #venezuela5 years ago (edited)

EN TIEMPOS DE REVOLUCIÓN

Por estos días mucho se oye hablar de que en Venezuela se viven tiempos de revolución. La Revolución muy bien pudiera ser de tipo cultural, moral o científica; todas ellas nos vendrían muy pero muy bien. Pero hoy me voy a referir a una de esas tantas revoluciones que sacudieron nuestras raíces. Me refiero a la revolución del 18 de octubre de 1945. Para ese día tan aciago mi hermano mayor apenas tenía tres días de nacido. Cuenta mamá que ella y su bebé dormían cuando de pronto estallan los cristales del hospital, que para ese entonces estaba ubicado al frente de la Plaza Bolívar. De inmediato las enfermeras corren a socorrer a todas las parturientas y las colocan en el suelo, con la finalidad de protegerlas de las balas perdidas. Nadie sabía qué sucedía; los aviones sobrevolaban la plaza y disparaban hacia el Cuartel Bolívar, donde mi padre, Cap. Abigail León, y algunos soldados se encontraban atrincherados. Desde el aire disparaban a cuanta cabeza se asomara. El motivo de la Revolución era acabar con el gobierno del General Isaías Medina Angarita, y lo lograron. Éste, al ver que había perdido el apoyo, decide rendirse. Ese día asesinaron al Gobernador del Estado Aragua, Anibal Paradisi, quien se encontraba a las puertas del Comando de la Guarnición, para ese entonces ubicado a dos cuadras de la Plaza Bolívar, y a muchos civiles más. Mi padre acababa de llegar de la Academia Militar de West Point en E.E.U.U., y sus amigos le pusieron al tanto del movimiento subversivo que estaba montado. Así que le dijeron: “o te cuadras con el movimiento, o la orden que hay es de matar a todos los que no estén con nosotros”. Mi padre decide fingir que está con el proceso, y le dice a su jefe, el General Cubillán, que le dé unos soldados y que él va a defender desde la azotea del Cuartel; ha entendido perfectamente que si no lo hace es hombre muerto.

Ningún otro presidente venezolano ha podido repetir desde entonces las palabras que tradicionalmente dirigía Isaías Medina Angarita al Congreso, año tras año «...que por su causa no había en Venezuela ni un exiliado, ni un preso político, ni un partido disuelto, ni un periódico clausurado, ni una madre que derramara lágrimas por la detención o el exilio de un hijo...»

Maracay, 24 de Septiembre de 2009