Por lo general a los economistas en desarrollo, como es mi caso, les enseñan a analizar los costos y beneficios de cualquier decisión, esto nos permite no tomar decisiones a la ligera, sino que se debe elegir la opción en concordancia con los datos disponibles. Es por ello que a las compañías se les hace imprescindible la opinión profesional de un economista, se supone que cualquier cosa que este diga, deberá ser respalda por cifras y proyecciones lógicas.
Actualmente en mi país, muchas personas aun sin tener conciencia de ello, se han colocado el chip de economistas, aunque sea por un instante. Es que para tomar una decisión tan severa, como la de irse a probar suerte en otro país, debe estar respaldada por datos o acontecimientos importantes, que sugieran tomar esa gran decisión. Tan solo pensar en el hecho de comenzar de nuevo en otro lugar, diferente a todo lo que ya conoces, hace recapacitar severamente a cerca de ello, pensando si es la decisión adecuada.
La inmigración es un acontecimiento que forma parte de cualquier país, en algunos mas que en otros, comúnmente un proceso de alta inmigración se debe a una variable en particular. Por ejemplo, buena parte de Europa sufrió altas tasas de inmigración luego de la devastación ocurrida durante la segunda guerra mundial, irónicamente gran parte de la población europea busco un nuevo comienzo en Venezuela, que gozaba de la era dorada petrolera de los años 1947-1958.
Actualmente Venezuela sufre la más grande crisis vivida en su historia, lo cual razonablemente a llevado a la población a buscar nuevos comienzos en zonas extrajeras. Este éxodo masivo a alcanzado cifras realmente preocupantes, no solo para nosotros como nación, sino también para la comunidad internacional. Es que, como lo dije al principio, un buen economista debe pensar antes de hablar, es por ello que se entiende la posición de los países vecinos preocupados por su propio bienestar. Ya que, es muy simple comprender que a mayor población, se necesita una producción cada vez mayor para que la economía no entre en un estado de recesión.
Es por esta y muchas más razones, que no quiero profundizar en este momento, que la crisis económica venezolana está continuamente en la lupa internacional. Esto puede ser a nuestro beneficio propio, el interés internacional porque Venezuela vuelva a su estado democrático, crece cada día, lo que aumenta la presión externa que sufre actualmente el ejecutivo nacional.
Reconozco que los economistas no suelen ser optimistas en sus predicciones, aunque ese no sea mi caso. Recuerdo alguna vez haber leído en alguna parte (me disculpo por no recordar exactamente donde) que, toda economía, grande o pequeña, sufre de alguna crisis en algún punto de su historia, pero dicha crisis así como tuvo un comienzo, tendrá un final, luego de eso, solo quedara crecer hasta encontrar una nueva recesión en el futuro.