El día de hoy les traigo otro cuento psico/terror para que se deleiten leyendo, espero lo disfruten.
Lugares Peligrosos
Pedro, María y John eran unos amigos muy unidos, se la pasaban viajando alrededor de los lugares más recónditos y extraños de toda Europa.
El 29 de Abril de 2013 viajaron a Kiev, uno de los lugares en donde el termómetro siempre estaba en temperaturas frías.
Los tres amigos acamparon en un bosque hermoso, lleno de rosas de color blanco sin que la luz del sol penetrara por causa de los enormes árboles que se encontraban en ese lugar.
Un día a John ya no le gustaba estar ahí, por lo tanto recogieron su campamento y se adentraron más en el bosque.
Después de caminar horas y horas a lo lejos divisaron una cabaña muy acogedora, era un hogar muy poblado con una familia muy cariñosa.
Decidieron quedarse en ese lugar ya que estaba oscureciendo, la hermana mayor de la familia anunció la cena. Era una cena típica de Ucrania, la cual se llamaba Shinka, el cual estaba conformado por carne de cerdo. Tuvieron una larga y cálida cena. Al finalizar se fueron a dormir.
María a medianoche se despertó y fue a la cocina a buscar un vaso de agua, sentado cerca de la fogata estaba el padre de la familia, María observo que decía unas cosas en su idioma y luego se levantó y se dirigió hacia ella. Al acercarse María mostró un poco de temor y cuando estaba junto a ella el señor la agarro y la golpeo.
John y Pedro se despertaron y cuando vieron que María no estaba en su cama se preocuparon, escucharon un sonido extraño y bajaron a ver que sucedía. Vieron que su amiga María forcejeaba con el señor y acudieron en su ayuda, al momento de separar a María le gritaron que huyera.
María salió corriendo despavorida de ese lugar gritando por ayuda, pero su voz se perdía en ese enorme bosque, no le quedo de otra que seguir corriendo por su vida. Después de un tiempo logro divisar la carretera y precisamente había unas personas en un carro, María no espero ni un segundo para con todas sus fuerzas correr hacia el carro y pedir ayuda. Mientras les explicaba la situación, toda la familia estaba en su búsqueda y vio al padre todo ensangrentado acercándose a ella. Al ver eso, se montaron en el carro y huyeron de ahí.
Luego de varios kilómetros dejaron a María en un hotel, ella durmió sin dejar de pensar en sus amigos y al siguiente día a primera hora agarro sus cosas y se fue al aeropuerto para volver a su hogar y no volver a salir nunca más.