Totalmente, cuando se tiene algo de práctica ya podemos seguir nuestro instinto sin temor a fallar en una preparación culinaria.
Te cuento que cuando me estaba iniciando en el mundo de la pastelería, hasta me temblaban las manos cuando estaba midiendo los ingredientes, especialmente el polvo para hornear, pues no quería pasarme! En la actualidad, Gracias a Dios, puedo usar mi ojo de buena pastelera. Me encanta esa frase, es así como liberadora! Jajajajajaja 🤭
Me alegra que hayas logrado una crema de mantequilla resistente al calor, además en la foto se ve deliciosa!👏👏👏👏