Arena 2129 (Historia de Fantasía/Ficción)

in #castellano6 years ago (edited)

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Arena. 2129

II. Ante la bestia


Nada más cruzar la barrera, la realidad tomó forma ante sus ojos.

Gaerl era un prisionero, y como tal, vivía en el constante infierno del encierro perpetuo entre cadenas y barreras. Columna no era cualquier prisión. Estaba destinada a retener a los criminales más peligrosos de todos los mundos conocidos.

Pero el verdadero problema era que Gaerl pertenecía a la raza de los enanos, lo que significaba que la guerra y la forja eran su alma; Los minutos en las celdas, el rígido control y el aislamiento, eran como estar muerto. El encierro era una pesadilla, algo irreal, molesto y casi insoportable.

Pero al cruzar la barrera en la arena, la certeza de la batalla le devolvía la vida, a una realidad perdida… la oportunidad de morir peleando.

El sonido de la bulliciosa audiencia había desaparecido nada más entrar a la arena, al igual que las enormes gradas y el resto de aquella estancia a excepción del recién formado bosque, frío y poco iluminado.

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Fuente

La luz filtrada entre las hojas de los altos árboles revelaban un sendero de tierra, como de caza, entre matojos pequeños a los pies de los troncos. Gaerl se ajustó los brazales y bebió el contenido del frasco que había llevado consigo. La sustancia era parecida a un licor espeso, que le hizo arder el estomago y desde ahí, todo el cuerpo. Comenzó a sudar por todas partes mientras aquella sensación de ardor se extendía y al cabo de unos segundos, comenzaba a apagarse, lo que significaba que había cumplido su propósito: conectar sus nervios con el equipo que llevaba puesto.

Entonces cerró los ojos para concentrarse y probó la respuesta del neuroplastic en el interior de los brazales, que brotó por los micro poros como hilos de brea y tomaron la forma de muchas agujas, como la espalda de un erizo.

Complacido, deshizo las agujas de neuroplastic, que regresaron al interior de los brazales, y resuelto, avanzó a paso ligero por el camino, que parecía llevar hacia el centro de la arena. La ferocidad del rugido-gruñido del Wendigo le hizo sonreír. La bestia debía estar a menos de cien metros a juzgar por la fuerza de aquel sonido de pesadilla.

«Atento, muchacho. Está cerca.» Escuchó decir Gaerl dentro de su cabeza; la voz de su patrocinador, que veía todo lo que sucedía en la arena desde la comodidad del balcón privado dispuesto especialmente para ellos, pomposos, apostando y enriqueciéndose más y más a costa de las épicas batallas.

«Habías tardado ¿Dónde está?» Respondió Gaerl.

«A unos cuarenta metros… dos en punto. Hay un claro pasando los pinos»

«Excelente… voy para allá»

«Cuidado, muchacho… esa bestia ha matado a muchos en esta arena, no la subestimes»

Gaerl abandonó el camino y se internó entre los árboles, siguiendo en línea recta la dirección que el patrocinador le dió. Un nuevo rugido-gruñido se filtró hasta sus oídos, más fuerte que antes, y la adrenalina recorrió el cuerpo del enano.

Alcanzó al fin el claro que el patrocinador le había anunciado. Era más grande de lo que se imaginó en un principio, plagado de hierba a medio crecer, irregular y cubierto de una sutil niebla que acariciaba el suelo con pereza. El sol en lo alto, parcialmente cubierto de nubes, revelaba un riachuelo que recorría el claro desde el oeste, serpenteando entre los montículos como una serpiente y perdiéndose más allá de la línea de árboles al sur, y en medio de todo aquel hermoso paisaje, desagradable sólo ante un enano de las profundidades, una bestia enorme se agazapaba mientras bebía con empeño.

Nada más pisar el interior de claro, el Wendigo levantó el morro y le miró con sus ojos negros carentes de blancura, como un par de pozos profundos desde los cuales sólo se obtienen densas tinieblas. La bestia se agitó y respiró entre espasmos de excitación. Aquello ante él era una presa bastante buena, llena de carne jugosa y sangre caliente.

Hambriento, se levantó cuan largo era y estiró sus largos brazos terminados en filosas garras. Gaerl no perdió tiempo y se concentró en moldear el neuroplastic, que brotó rápidamente desde ambos brazales formando las armas que había concebido: un martillo de guerra en la diestra y un escudo a la zurda.

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«¿En serio? ¿Martillo contra esa mierda de dos metros y medio?» dijo el patrocinador.

«¿Y que te emociona más? ¿una espada? ¿una pistola? ¿un picahielos?» respondió Gaerl, divertido.

«Me emociona que no te maten… así podré ganar muchísima pasta, he hecho una gran apuesta a tu favor...»

«Si quieres ganar, déjame en paz y activa mi visor en cuanto tenga puntaje para...»

El Wendigo se desplazó desde el centro del claro con una velocidad nada acorde con su gran tamaño, en una embestida salvaje que casi toma por sorpresa a Gaerl, el cual tuvo tiempo sólo para atravesar torpemente su escudo y evitar así una muerte segura.

El enano salió despedido por el aire, estrellándose contra el tronco de un árbol seco a unos tres metros de distancia. La fuerza del golpe le hizo perder el aire en sus pulmones, y el neuroplastic que formaba su arma y escudo tembló por un momento perdiendo consistencia. La bestia, por su parte, se puso nuevamente en pie cuan largo era y lanzó un salvaje rugido-alarido al cielo.

Gaerl escupió un poco de sangre, se puso en pié con rapidez y se concentró; su arma y escudo volvieron a su forma original.

«Nada mal muchacho, primera sangre»

La bestia embistió de nuevo, pero no tomó desprevenido a Gaerl.

El enano atravesó el escudo en ángulo, plantando los pies un poco separados y las rodillas flexionadas para absorber el golpe. El Wendigo golpeó el escudo con fuerza, pero en el instante en que hizo contacto, Gaerl clavó la punta en el suelo y dobló un poco más, logrando desviar la trayectoria y desequilibrando un poco a su atacante.

La bestia pasó a su lado, lanzando un zarpazo salvaje que si bien no logró herir a Gaerl, hizo que el enano tomara un poco de distancia para salvarse, ganando algo de tiempo para recuperarse.

Gaerl corrió hacia el centro del claro mientras la bestia se levantaba nuevamente e iba en pos de él.

El Wendigo le dió alcance en cuestión de segundos… pero Gaerl contaba con ello.

Sintiéndola casi sobre su espalda, se lanzó a tierra dándose la vuelta mientras caía, colocando el escudo sobre él… pero había moldeado el neuroplastic en la parte central para que una especie de punta, como de lanza, sobre saliese unos cuantos centímetros, que bastaron para herir a la bestia que se lanzaba confiada hacia el enano creyéndose invencible, segura.

La punta se clavó en la mandíbula del Wendigo, aunque no fue una herida de gravedad. La bestia se sacudió con violencia y a punto estuvo de arrancar el escudo y brazal del brazo de Gaerl, pero la fuerza de las sacudidas lograron sacar la letal hoja y la bestia hizo distancia.

El enano se levantó sin ceremonias y plantó cara al Wendigo, que sacudía el morro y rugía de dolor.

«Buena jugada, muchacho… tienes puntos suficientes… y listo, visor activo»

En el campo de visión de Gaerl se formaron unos pequeños puntos amarillentos que danzaban alrededor de todas las cosas, y en menos de cinco segundos, los puntos formaron números, letras y líneas bien definidas, que expresaban valores e información del terreno, de su enemigo, distancias y el estado de su equipo e integridad física.

«Tolerancia al 15%... nada mal, terminaré esto al 35 o 40%»

«Preferiría que terminarás antes»

«Si insistes...»

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El Wendigo se mostraba algo cauteloso ahora, conmocionado por la herida que aquel saco de carne le había hecho… no era una presa como cualquiera. Gaerl removió su visor, que al contacto con sus dedos retomó su forma original y los arrojó a un lado.

Entonces, Gaerl deshizo el escudo y martillo y formó una especie de hacha de dos manos valiéndose de un poco del neuroplastic en cada brazal, mientras que con el excedente, cubrió sus brazos hasta los hombros y reforzó su traje.

«Esto va a ser divertido» pensó.

«Y me costará unos cuantos millones» respondió el patrocinador.

Y así, con un grito salvaje, Gaerl se lanzó al ataque.

Con cariño y loca imaginación.
By Chosu.jpg

¡Muy buenos dias, tardes o noches! Muchas gracias por leer .

Tenía tiempisimo queriendo continuar esta historia ¡hasta que al fin!

Espero la lectura haya sido de su agrado y les invito a dejarme sus comentarios y criticas por aquí abajito para mejorar cada día más en esto de las historias y relatos

Un placer compartir con ustedes mis locuras ¡Nos leemos!


Las imágenes que no presentan fuente son de mi autoría


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Que fino que hayas ilustrado los personajes, estuvo entretenida tu historia jaja saludos!!

Felicitaciones, tienes mucha creatividad al escribir.

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