Aeropuerto, una palma y una bota

Llegué al

aeropuerto

como a las seis de la mañana para viajar a Guadalajara y de ahí en Tequila donde me reuniría con unos amigos, pero al llegar a la recepción me comentaron que el vuelo se había retrasado por el mal tiempo, en esos días una enorme tormenta cubría todo el territorio nacional por lo que el caos por las inundaciones había hecho necesario cancelar todo tipo de transporte terrestre, incluyendo los taxis, así es que tuve que pasar la noche en la sala de espera que esta antes del área de abordaje, ya como a media noche es cielo se había disipado por lo que decidí salir a tomar aire fresco y una cerveza aún mas fresca debajo de una enorme

palma

, cual sería mi sorpresa que, aunque no estaba lloviendo, el aire movió la palma dejando caer sobre mi el agua que tenía entre sus ramas, mas refrescado de lo esperado regresé a la recepción a ver como iba todo, me comentaron que la salida sería hasta el día siguiente. ok, ya no llovía , pero había mucha agua acumulada y para llegar al transporte había que cruzar una calle donde el agua me llegaba hasta las rodillas.

Entré de nuevo y apenas alcancé a uno de los locales abierto, precisamente el encargado se retiraba

-Sólo necesito que me venda unas botas de plástico para cruzar la calle-, le dije

Después de decirle mi número me cobró de mala gana, me entregó la caja donde venían las botas y se retiró.

Me senté en una de las bancas que están antes de cruzar la calle y me dispuse a ponerme las botas, cual sería mi sorpresa que solo había

una bota

. Y ahora que hago, ni modo que me valla brincando en un solo pie, -ni modo- me dije a mi mismo, tendré que mojarme.

Al llegar a la casa tomé una ducha para no enfermarme y me fui a dormir, al siguiente día me enteré que el aeropuerto había enviado a los clientes cuyo vuelo se había retrasado, al hotel que esta justo enfrente del aeropuerto con alimentos incluidos.

@saulos