Concuerdo en parte contigo. La inmortalidad es más un castigo que una recompensa, es una maldición no un milagro.
A pesar de que todos los problemas que dijiste no existieran, creo que seguiría existiendo uno en el que nadie nunca se fija. Imagínese que pudiera hacer absolutamente todo lo que más le gusta, por no cientos, no miles, no decenas de miles, no cientos de miles, sino millones de años. Eso seria incluso peor que las torturas y los dolores a la larga. Todo la vida pierde su esencia sin la muerte. Llegado a un punto lo bueno se vuelve tan repetitivo que dejar de ser bueno. Y me atrevería a decir que también pasaría lo mismo con lo malo.
Creo que a nadie le gusta la inmortalidad per se, pero el terror desmedido a la muerte hace a muchos jamás querer afrontar la irremediable realidad. Y todo esto tiene sus inicios en el materialismo imperante en la actualidad, pues el hecho de que creas que el mundo es únicamente lo que ves te hace temer a la muerte y ser incapaz de abandonar lo que es todo para ti; la presencia en el mundo material.
Ciertamente nos aburriria, la monotonia de la existencia llevada a sus ultimas consecuencias haria perder el sentido de la vida, creado implícitamente al rededor del concepto del limite y la muerte. Seria la mayor y mas insoslayable crisis existencial, casi una plaga.
Interesante argumento, gracias por la lectura .