Pensando en vos Siempre

in #food26 days ago

Como extraño la playa. Es como si quisiera al menos ese mood. La ciudad es mi primer amor después de mamá, pero saliendo de lo que recibí desde mi nacimiento lo que yo por mi descubrimiento conocí es la playa.

Por eso quiero recordar esos días en donde quiero irme para allá. Una de las que recuerdo de tantas y tan lindas son las del sur. Punta arena es un sueño de esos de película hechos realidad. Cuando llegue a madryn me acuerdo que me pasaron algunas cosas que estaban fuera de mi radar. Una de ellas fue la naturaleza tan vivida que encontre. Muchas veces en la playa nos encontramos con esa sensación pero lo cierto es que estando allí hay basura en donde mires y la presencia de nosotros por todos lados. Hamacas, sombrillas, sillas, reposeras, barras con tragos y la cantidad que se te ocurra de velas para hacer kitesurf, windsurf , surf o stand up paddle. Sin contar otras estructuras o artefactos que nos podemos cruzar como canchas de voley o de futvoley y ni que hablar de restaurantes a la vera del mar.

Aca nada de eso sucede. Recuerdo cuando llegamos a la casa que alquilamos que tenía un fondo hermoso que podíamos ver desde la ventana de la cocina en donde todas las noches disfrutamos y compartimos cenas, charlas y juegos de mesa interminables. Por suerte la parte de atrás de la casa no solamente era un parque bonito sino que además tuvimos la dicha de encontrarnos con una parrilla que realmente estaba en condiciones para poder aprovecharla y sacarle todo el jugo que pudimos. Todas las noches las cenas se cocinaban en allí. Los fuegos interminables desde que la playa no se podía estar más hasta después de la cena en donde seguíamos poniendo algo de leña y nos sentamos cerca del fuego para estar calentitos y contemplar el mágico e hipnótico fuego.

Tuvimos la oportunidad de pasar unas vacaciones increíbles en donde el disfrute fue absoluto y pleno. Todos somos muy amantes de la naturaleza y las ganas de estar en la playa o en el bosque donde nos encontrábamos con la casita eran una comunión que todos pudimos compartir.

Las playas del sur son distintas, especiales, mágicas porque sus silencios son distintos porque su naturaleza es naturaleza y su mar tiene olor a mar.

Caracoles y animales en donde mires y según la época del año en la que vayas podes encontrar ballenas que van a tener familia por ende el espectáculo puede ser maravilloso. Sin dudas es una buena manera de conectar ir al sur. Y si te gusta la playa más que la montaña más aún.

La montaña es otra de las formas que a mi por cierto me encanta. Pero me gusta ser objetivo porque al ser un amante de la naturaleza no hay nada que yo te diga que no me gusta. Cualquiera de las propuestas que estén en sintonía con ella son las que voy a elegir siempre.


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