Hace tiempo no voy al caserío de San Francisco, la ultima vez que fui la carretera estaba en muy mal estado y el tiempo se hacia eterno para llegar; lo agradable de visitar esos pueblos es la calidez de la gente, el como reciben a todos con los brazos abiertos, siempre ofreciendo algo de comer o beber.
Son experiencias que se atesoran en la mente y es bueno enseñar a los hijos la humildad, el amor por el campo.
Gracias por leerme y contar tus experiencias por mi tierra. Saludos