El detalle es que -justamente- todo lo que hacemos afecta al otro, cuando somos conscientes de ello pues nos volvemos los guardianes de nuestras acciones y con ello podemos mejorar nuestro paso por este planeta llamado La Tierra.
El equilibrio estaría en no usar más de lo que realmente necesites, ver más por prioridades que por lujos, ser un poco más partes de un todo que un individuo al que sólo le importa lo que le dan o lo que le ofrecen.