Hola @esthersanchez siempre que describes a tu familia quedó fascinada. Sobre tu infancia es admirable la idea de pensamiento de tu padre, negarse a copiar patrones que le causaron daños para implementar otros para tratar a sus hijos con respeto. Me reí cuando dices que tu mamá le hacía los coros a tu papá. Te felicito por ser una madre preocupada que junto a tu esposo fijan los límites dados y recibidos con respeto a los hijos. Gracias por unirte a esta iniciativa que es un ejercicio reflexivo que he disfrutado mucho.
Mi abrazo virtual 😊
Una de las cosas que hemos tenido en cuenta en casa (eso también lo traigo de mi papá) es que no dejamos que la opinión de ninguna persona influya en nuestra manera de criar a nuestros hijos. La gente siempre suele saber más que tu, así no tengan ni la menor idea. Siempre estará el que te diga: "No seas tan dura", "Déjalos tranquilos, ellos no saben", y sin temor a equivocarme, ellos mismos son de los que que, si los ven con una pataleta o un comportamiento "impropio" no dudarán en criticar a tu espalda con la frase "Si fuera hijo mio...". Cuando no permitimos que hagan algo, siempre lo hacemos pensando en que pueda que nosotros no le demos importancia a determinada acción; pero, ¿los demás (con quienes compartan), lo tomarán de la misma forma?. Ellos no siempre estarán a nuestra vista por más que nos esforcemos y por ende es necesario establecer límites, patrones de comportamiento que les ayuden a llevar una sana convivencia, dentro de lo posible. (Ojo!) lo que hacemos, no es por lo que puedan pensar las otras personas, lo hacemos porque no queremos que un comportamiento que puede prevenirse desde casa provoque una reacción por parte de otros hacia ellos y les hagan sentir mal. La tarea con los gemelos ha sido bien ardua, no te lo puedo negar, pero hemos tenido buenos resultados hasta ahora.
Esperemos siga igual. Disculpa lo extenso. Muchas gracias por la oportunidad @parauri
Absoluta razón, la influencia de terceros no siempre es beneficiosa y más cuando solo están para llevar la contraria en las normas que para bien le debemos inculcar a nuestros hijos. Pero como dices, lo peor es que esos mismos que critican muchas veces son los que también miran feo a los hijos "ajenos" en medio de las conductas "impropias". Entonces, es una total contrariedad pero lo importante es conocer a nuestros hijos y saber como formarlos, porque sabemos que aún los hijos con condiciones especiales deben ser educados pues el fin es que ellos lleguen a ser adultos independientes con buenos hábitos y con valor del respeto. Con el favor de Dios guiando tus pasos y los de tu esposo así será.
Otro abrazo amiga 💙