¡Gracias, querido amigo!
Siempre he sido mejor guardando silencio. Mi madre decía que si lo que saldría de mi boca, iba a ser más bonito que el silencio, que lo hiciera sin pensar. Pero que si era al revés, me quedase callada, porque lo dicho, no tiene vuelta atrás.
Te abrazo con cariño.