En una ciudad vivía un niño de 12 años de edad junto a su padre, el niño tenía la esperanza y el sueño de conseguir su primer trofeo de karate, pero no era el mejor de su clase, sin embargo, nunca se dio por vencido y entreno hasta levantar lo más alto ese trofeo, a pesar de todas las circunstancias que atravesó.
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Un día el niño se despertó con mucha emoción y alegría, ya que era el último día de clases en el colegio, ya era tiempo de vacaciones, por lo tanto, iba a tener mucho tiempo libre, así que decidió entrenar en una academia de karate y asumir una nueva responsabilidad y disciplina. Juan se montó en el carro junto a su papá para dirigirse a esa academia. En el camino este niño le dice a su papá.
—Papá estoy muy contento de haber terminado mis estudios ahora quiero dedicarme a mis entrenamientos, ya que dentro de un tiempo va a haber una competencia y yo quiero conseguir un trofeo.
El papá se quedó sorprendido por esas palabras tan motivadoras que dijo su hijo, por lo tanto, decidió darle todo el apoyo y el amor que tiene como padre, para que lograra su sueño de levantar ese trofeo y conseguir una buena posición en la academia.
Paso una semana, Juan cada vez le ponía más empeño, dedicación y corazón a ese deporte, cada día se fijaba el reto de superarse a sí mismo. En la academia conoció a un compañero de entrenamiento que le hacía la vida imposible, porque se creía el mejor de todo, tenía una rivalidad para todo y siempre quería llamar la atención.
Juan se empezó a frustrarse, ya que nunca había vivido o sentido esa competencia entre amigos, porque nunca lo criaron de esa forma y además siempre practicaba solo. Esto trajo como consecuencia que bajara el rendimiento en karate, se sentía inferior a los demás.
Llego a su casa muy triste, corriendo abrazar a su papá y contarle esa experiencia que está viviendo en la academia de karate, fue un momento donde el padre tenía que decirle algunas palabras de motivación para que este joven continuara sin ningún problema. Esté le dijo.
—Hijo en esta vida vas a conseguir personas que se creen mejor que tú, que siempre dicen tener la razón y siempre harán hasta lo imposible para que sean vistos. Tú solo dedícate a tu entrenamiento y no le preste atención a ese amigo, ten confianza en ti, en lo que eres y conoces y demuestra lo que sabes, porque el que va a levantar ese trofeo es usted.
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Con los días siguió entrenado lo más fuerte que podía con mucha dedicación y dejaba esa gota de sudor como muestra de que quería ganar, mientras que su amigo lo veía con una cara de envidia, sin embargo, eso no fue motivo para dejar de seguir entrenando.
Llego el gran día del evento Juan estaba muy asustado y emocionado a la vez, ya que era la primera que estaba en un evento de ese tipo, llevo las cosas con calma, paciencia y aplico todas sus técnicas que había aprendido y supo cómo defenderse durante todas sus combates.
Cuando llego a la final, estaba muy contento, no paraba de llorar de la felicidad que sentía, cuando le toco su turno le toco un oponente muy grande y gordo, el niño se puso una cara de miedo, pero no lo demostró y le puso todo su empeñe y pudo ganarle.
Juan levantó ese trofeo lo más alto posible en honor a su madre, quien había fallecido apenas uno meses, y lo mejor es que consiguió su objetivo y nunca se dio por vencido.
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Así que amigos, la reflexión que les dejo es que nunca dejen de soñar en alcanzar sus metas y logros que se propongan, siempre se van a tropezar con alguien en el camino que les hará la vida un poco difícil, sin embargo eso no es motivo de rendirse y nunca hay que perder la esperanza. Se vale soñar.
In a city lived a 12 year old boy with his father, the boy had the hope and dream of getting his first karate trophy, but he was not the best in his class, however, he never gave up and trained until he lifted the trophy to the top, despite all the circumstances he went through.
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One day the boy woke up with a lot of excitement and joy, since it was the last day of classes at school, it was vacation time, therefore, he was going to have a lot of free time, so he decided to train at a karate academy and take on a new responsibility and discipline. Juan got in the car with his father to go to the academy. On the way this boy says to his dad.
—Dad, I am very happy to have finished my studies, now I want to dedicate myself to my training, because in a while there is going to be a competition and I want to get a trophy.
The father was surprised by the motivating words of his son, so he decided to give him all the support and love he has as a father, so that he could achieve his dream of lifting the trophy and get a good position in the academy.
A week went by, Juan was putting more and more effort, dedication and heart into the sport, every day he set himself the challenge of surpassing himself. At the academy he met a training partner who made his life impossible, because he thought he was the best in everything, he had a rivalry for everything and always wanted to draw attention to himself.
Juan began to get frustrated, since he had never experienced or felt that competition among friends, because he had never been raised that way and he always practiced alone. This resulted in a drop in his performance in karate, he felt inferior to others.
He arrived home very sad, running to hug his father and tell him about the experience he is living in the karate academy, it was a moment where the father had to tell him some words of motivation for this young man to continue without any problem. He told him.
—Son, in this life you are going to get people who think they are better than you, who always say they are right and will always do the impossible to be seen. You just dedicate yourself to your training and don't pay attention to that friend, have confidence in yourself, in what you are and what you know and show what you know, because the one who is going to lift that trophy is you.
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Over the days he continued to train as hard as he could with great dedication and left that drop of sweat as a sign that he wanted to win, while his friend saw him with an envious face, however, that was no reason to stop training.
The big day of the event arrived, Juan was very scared and excited at the same time, since it was the first time he was in an event of that kind, he took things calmly, patiently and applied all his techniques that he had learned and knew how to defend himself during all his fights.
When he reached the final, he was very happy, he could not stop crying from the happiness he felt, when it was his turn he had a very big and fat opponent, the boy put on a face of fear, but he did not show it and he put all his effort and was able to beat him.
Juan lifted that trophy as high as possible in honor of his mother, who had passed away just a few months ago, and the best thing is that he achieved his goal and never gave up.
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So friends, the reflection I leave you with is to never stop dreaming of reaching your goals and achievements, you will always run into someone along the way who will make life a little difficult, but that is not a reason to give up and never lose hope. It is worth dreaming.
Hola, @davidpena21
De visita por este blog, pude observar que Juan tiene contigo mucho en común. Que lindo adaptar parte de ti en esta historia parte de tus experiencias. Asimismo la esperanza te mantiene vivo en perseguir y demostrar que se puede, una muestra de ello, fue tus inicios en Hive. Te felicito por una historia aleccionadora.
gracias amiga, saludos
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Selección manual de @jesuspsoto
Image by barbara-orenya
gracias por la mención y el apoyo, saludos
Exelente post para estás épocas
gracias amigo, saludos