Hispaliterario 12 Jugamos a la Ouija

in Writing Club2 years ago

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Rafael se levantó de la mesa y se asomó por la ventana, era la quinta vez que lo hacía, quería verificar si aún continúa allí afuera el perro negro de ojos escarlatas, que lo vigilaban día y noche después de la desaparición de Laura.

Días antes de la noche de Halloween, Laura había llevado a casa de Rafael una tabla de Ouija, fue el regalo de su tía Ester, se lo dio cuando cumplió doce años, a su madre no le gusto y lo guardo muy bien evitando que la chica jugara con este.

Ella la encontró años después, mientras ayudaba a embalar los objetos de su casa, pues sus padres se mudaban para otro estado, al verla se emocionó tanto que no perdió tiempo en esconderla, luego la llevaría a la casa de su amigo, quien se decía ser un experto en este juego.

A Rafael le pareció una estupenda idea, sería la actividad perfecta para la noche de bruja, invitaría a sus amigos a jugar. Sin embargo, todo fue un fiasco, la mayoría de sus compañeros se negaron a participar, temían por lo que pudiera pasar, únicamente Rebeca, Marcos y José decidieron arriesgarse en entretenerse con la tabla de Ouija.



Los cinco chicos se reunieron en torno a la mesa donde se hallaba la tabla, se miraron a los ojos y comenzaron a reír, sentía miedo, pero estaban decididos en sumergirse en el mundo desconocidos de lo paranormal.

Cada uno de ellos llevó una lista de preguntas, de esta manera ahorrarían tiempo, no deseaban extender demasiado la sesión, querían ir luego a la fiesta de Luis, así que lo harían lo más rápido posible, solo deseaban saciar su curiosidad.

Laura fue la primera en participar, tenía pocas preguntas que hacer, su deseo por jugar era solo curiosidad, y no para contactarse con alguien en el más allá, en cambio, para Rafael era distinto, quería hablar con su hermana menor, quien había fallecido en un accidente de tránsito.

Nada extraño paso durante el juego, incluso les pareció un tanto aburrido, el único sobresalto que tuvieron fue cuando el gato tumbó unas ollas en la cocina, al terminar tomaron sus cosas y se marcharon a casa de Luis.



Antes de llegar a la fiesta, Rebeca observó la presencia de un perro negro, los había perseguido desde que salieron de la casa de Rafael, esto le pareció misterioso y se lo mencionó a Laura, más ella no le dio ninguna importancia al hecho.

Laura de repente se comenzó a sentir indispuesta y decide irse sola a casa, sus amigos la estaban pasando bien, no quiso importunarlos con su malestar, al salir a la calle ve al perro negro que le había dicho Rebeca, lo mira fijamente, entonces el animal comienza a caminar y ella lo sigue.

Mientras camina, Laura observa que poco a poco se van alejando del poblado, aunque tiene conciencia de ello, su voluntad no le obedece, una fuerza extraña le hace seguir aquel animal, de pronto este se pierde de vista al llegar a un callejón.

La oscuridad ha hecho que se mimetice, y ya no lo puede ver, quiere apartarse de ahí, pero su cuerpo no le responde, está paralizada, en ese momento siente miedo, teme que algo malo le sucederá, misteriosamente unas garras salen de la negrura y se posan sobre sus hombros, arrastrándola hacía el callejón de donde nunca volverá a salir.





English


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Rafael got up from the table and looked out the window, it was the fifth time he did it, and he wanted to check if the black dog with scarlet eyes, that watched him day and night after Laura's disappearance, was still out there.

Days before Halloween night, Laura had taken an Ouija board to Rafael's house, it was the gift her aunt Ester gave her when she turned twelve, her mother didn't like it and kept it very well preventing the girl from playing with it.

She would find it years later, while she was helping to pack the objects from her house because her parents were moving to another state, when she saw it she was so excited that she did not waste time in hiding it, then she would take it to him friend, who was said to be an expert in this game.

Rafael thought it was a great idea, the perfect activity for Halloween, and he would invite his friends to play. However, everything was a fiasco, most of his classmates refused to participate, and they were afraid of what might happen, only Rebeca, Marcos, and José decided to take the risk of entertaining themselves with the Ouija board.



The five boys gathered around the table where the board was located, looked each other in the eyes, and began to laugh, they felt scared, but they were determined to dive into the unknown world of the paranormal.

Each of them had a list of questions, in this way they would save time, they did not want to make the session too long, because they would go to Luis's party later, so they would do it as quickly as possible, they simply wanted to satisfy their curiosity.

Laura was the first to participate, she had a few questions to ask, her desire to play was only curiosity, and not to contact someone in the afterlife, but for Rafael it was different, he wanted to talk to his younger sister, who had died in a traffic accident.

Nothing strange happened during the game, they even found it a bit boring, the only shock they had was when the cat knocked over some pots in the kitchen, when they finished they took their things and left for Luis'house.



Before arriving at the party, Rebeca noticed the presence of a black dog, it had been chasing them since they left Rafael's house, this seemed mysterious to her, and she mentioned it to Laura, but she did not give any importance to the fact.

Laura suddenly began to feel unwell and decided to go home alone, her friends were having a good time, she did not want to bother them with her discomfort, when she went out to the street she saw the black dog that Rebeca had told her, she looked at it fixedly, then the animal began to walk, and she followed it.

While walking, Laura observes that little by little they are moving away from the town, although she is aware of it, her will does not obey her, a strange force makes her follow that animal, which disappears when it reaches an alley.

The darkness has hidden him, and he can no longer see him, he wants to get away from there, but his body does not respond to him, he is paralyzed, at that moment he feels afraid, he fears that something bad will happen to him, mysteriously some claws come out of the darkness, and They perch on her shoulders, dragging her into the alley where she will never come out again.



Deepl

El separador le pertenece//The separator belongs @eve66

La imagen de portada pertenece//The cover image belongs Felipe Vieira en unsplash

©Devania
2005

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Nada bueno se puede tener de ese instrumento que abre puertas infernales. Un estupendo aporte al ttema de esta semana @devania

¡Guao! ¿Será que la Uija atrajo al perro negro?
Nos dejas un enigma lleno de misterios, @devania

El juego de Ouija hay que tenerle miedo y respeto, siempre trae consecuencias invocar al mundo de los muertos y lo paranormal. La protagonista no lo vio y por eso tuvo un trágico final. Una historia espeluznante. Saludos.

Hay mundos en los cuales no debemos entrar, y comparto contigo la idea de que hay que tenerle respeto. Gracias por comentar @ramisey

Un juego que culminó en horror; un relato sencillo, pero preciso.

Tuve una breve experiencia con ese juego siendo adolescente, y testimonios de compañeras que lo siguieron jugando.
Es verdaderamente infernal, no es un juego, es una peligrosa locura. 😱🎃

Si @annafenix bueno te confieso que nunca lo he jugado una amiga si lo jugó y me contó una serie de cosas extrañas que le paso a ella.

Los que salen ilesos de ese juego tienen mucha suerte.
Yo sólo estuve presente una vez, y pasaron dos cosas muy delicadas; la primera fue que las chicas que llevaban el control quisieron detenerse y sus manos se pusieron tan pesadas que no pudieron levantarla, y el arito se volvió loco girando por todos lados, se detuvo cuando ellas suplicaron ... y la segunda, que yo por los nervios comencé a reírme, suavecito y casi a escondidas pero al parecer se dio cuenta lo que sea que estaba allí, y pidió que me expulsaran, así que tuve que irme.

Wow vaya experiencia @annafenix que espelúznate realmente jugar la ouija solo llama a seres perversos.

Así es, éramos adolescentes. Al menos yo no conocía el riesgo que corríamos, y en mi casa nunca se mencionó ese juego. No sé si la chica que lo llevó sabía de qué trataba, pero las demás después de esa experiencia fue que supimos tantas cosas acerca de él, que sólo concluimos que Dios nos protegió en todo momento. Nunca más quise saber de ese juego en toda mi vida.