
Queridos abuelos, gracias por existir
quiero ser un buen regalo para ti,
llenarte de recuerdos bonitos,
mientras tu memoria te lo pueda permitir,
jugar contigo con lo que te queda de fuerza
y disfrutar de todo lo bueno
que aún puedo recibir de ti.
Quiero ser quien te saque tu mejor sonrisa
y que mi travesura te haga sentirte feliz,
a ti cansado abuelo
que muchas cosas te ha tocado vivir,
ya tienes muchos años, yo empiezo a vivir,
tengo toda la energía,
que poco a poco te va faltando a ti.

Si aún tu vista te lo permite,
quiero que leas un buen cuento para mí,
seré paciente con tu voz lenta
y quizás algunas palabras no podré oír,
pero estaré muy feliz
que hagas tu mayor esfuerzo
por darme del tiempo que te queda,
serán después los recuerdos que tendré de ti.
Déjame estar cerca de tu cuerpo
y grabar el aroma que se desprende de ti,
sentir lo cariñoso que eres,
para después nuestras historias poder revivir,
cada vez que te recuerde,
deseo decir las cosas gratas
que juntos llegamos a vivir.

Vayamos juntos a la playa,
nos sentaremos en la arena
y un poco de sol vamos a sentir,
nos contarán de sus vivencias
y atentos escucharemos
todo lo que tienen por decir,
les mostraremos al mar,
nuestra dicha por estar allí.
Mientras ese momento ocurre,
ustedes pueden llegar a sentir,
el amor tan especial que nos unen,
del privilegio que el cielo nos pueda cubrir,
en presencia de su sabiduría
y de la inocencia
que de nosotros puedan percibir.

Sentarnos a la mesa,
también es una buena experiencia
que disfrutamos de principio a fin,
no se pierden las ocasiones
para que podamos repartir
de la alegría contagiosa,
que se expande en el ambiente
como el aire que nos permite vivir.
Ustedes que con esmero
se desgastaron para criar a los que luego
nos dieron la oportunidad de poder vivir,
ya no son los mismos de antes,
sus métodos de crianza han llegado a corregir,
ahora son consentidores,
nos complacen de todas formas
sin dejarnos de corregir.

Me gusto mucho este hermoso poema, me recordó a mi bisabuela, ella honestamente fue una luz en mi vida. Cuando ella falleció creo que fue el día más triste de toda mi existencia, fue como si un pedacito de mi corazón desapareciera en la nada, gracias por hacerme recordarla con tanto amor. Los abuelos así deberían ser eternos.
Hola que bueno que te gustó mi publicación, lamento mucho tu perdida, cada una de estas personas dejan huellas invorable en nuestras vidas. Una abrazo y sigamos recordando los abuelos como personas especiales y únicas.👋🤗