Tu el aroma, y yo el hombre que
te añora. Tu mi luz y nosotros las
estrellas que iluminan la noche.
Tu la fogata y yo el fuego que irradia
la luminiscencia de estas notas que
pronuncian él añoro de la poesía que
se componen por un amor que reboza.
Estos volviendo mi apreciado amigo, y me encuentro con esta belleza que toca mi alma de manera profunda, es que la poesía que vos hacer es un reflejo tan puro que hace ver como todo te puede llenar de plenitudes y felicidad. La felicidad es la propia composición de lo que se vierte al escribir, se vierte debido al reflejo del alma.
Estimado amigo tienes una pluma exquisita, aprecio y valoro cada comentario acompañado a un poema, de alguna manera siempre parecieran la continuación que los complementa, saludos.