Cuando leía la parte de no tener documento de identidad o algo que respaldara tu nacionalidad, recordaba cuando estuve 6 meses en el extranjero, porque si bien tenía mi cédula venezolana, igual no tenía acceso a cierto beneficios como cualquier ciudadano del país donde estaba. Si esa sensación es incómoda para un migrante, ¡cuánto más para un niño sin nacionalidad o un adulto que no puede demostrarla! La sensación de desesperanza y soledad deber ser abrumadora.
Gracias, @cervantes, gracias @irvinc y @fermionico por preparar tan excelente contenido.
El asunto de la nacionalidad es un grave problema para los refugiados, muchos lo resuelven luego de la aplicación de medidas humanitarias. Muchas gracias por la visita y por el comentario.