Fuente
Era una caricia simple, sutil
Era un extraño sentir
Era la gloria misma.
Deletreaba tu rostro, tu mirada
Tu cuerpo, tus detalles
Tus facciones perfectas.
Aterrizo de nuevo en tu mirada
En tu rostro de Venus
Que me espanta, me derrite, me pierde.
Me alejo
Intento escapar
Mientras sonríes de nuevo y me posees.
Demoniaca, fatal
Eras mi ángel y tu sonrisa el milagro
Eras la maravilla de verte.
Que tus paisajes cambiaron
Que tus colores se fueron cual ocaso
Cuando cayó la noche.
Los colores, el edén, la luz
La bendición de verte
La sublime atracción también se ha ido.
Tus valles, tu incisiva sonrisa
Tu cuerpo perfumado
Ahora distante.
Si fue el tiempo fatal
Que transformó tu rostro
Tus miradas, tus ojos.
En esta noche negra
Dejando para mí
Indiferencia y soledad.