—Dos asnos saltan de un precipicio.
Uno cae en picada hacia el abismo
Y el otro sale volando.
¿Cuál de ellos seremos?
Las personas del pueblo respondieron al
Predicador, diciendo:
—El segundo, Maestro. Volaremos.
A lo lejos, un humilde joven sin estudios,
Cuyo rostro fue ensuciado
Por el carbón de las cuevas mineras
Y cuya hambre no había saciado en los
Últimos tres días,
Interpretó de un modo especial aquel pasaje,
Así como muchos otros que no se atrevieron a hablar.
Fue este joven quien alzó la voz y dijo:
—No. Entenderán lo que hacía ese asno:
Imaginar volar cuando solo caía.
O, ¿Acaso han visto alguna vez ustedes a un asno volar?
Al encarar yo mis propios acantilados,
Quiero poder pensar
Que hay más opciones que abandonarme al vacío.
Quiero encontrar la soga,
El puente,
O ese camino largo que rodea los valles
Y los desiertos.
Algunos no entendieron lo que decía
Aquel joven sensato;
La pregunta del predicador no parecía
Tan profunda al principio sino simple y
Quizás superflua.
Entonces, se dirigió este predicador
A la multitud, diciendo:
—Aquellos cuyas vidas se han encontrado al filo
De un gigantesco risco,
Sabrán entender lo que este asno ha hecho,
Y lo que este joven acaba de decir.
La pregunta anterior
Me sirve para conocer sus corazones
Y sus mentes;
Podré saber con cuanta frecuencia han pensado en
La muerte y en la vida;
Sabré cuanta fantasía cabe en sus mundos,
Y así mismo, cuanta fe y tristeza cabe allí.
Realmente espero que no tengan que estar nunca
En el lugar de aquellos asnos;
No obstante, sé que algunos han pasado toda
Su vida superando
Acantilados, dolores y abismos.
Son ustedes, anónimos, sus propios
Héroes y rescatistas.
Hola @elison13 muy buena la foto con la inicias el poema, me hiciste recordas los poemas de Khalil Gibran en el libro El Profeta, y su manera de expresar sus poemas.
Bienvenido a la Comunidad!!
Hola, gracias por acercarte y leer. Despertaste mi curiosidad por ese personaje, googleando...