There are clothes, and then there are those garments. The ones that not only cover you, but also tell stories. Today, something happened that took me back in time. While looking for something in my closet, I came across a jacket I hadn't worn in years, one of those I thought I no longer liked or had simply forgotten existed. I tried it on, just out of curiosity, and realized it still fit me, but what was most striking was the wave of memories that flooded back.
Hay ropa y luego están esas prendas. Las que no solo cubren, sino que también cuentan historias. Hoy, me pasó algo que me llevó de vuelta en el tiempo. Buscando algo en mi armario, di con una chaqueta que no usaba hace años, de esas que pensé que ya no me gustaban o que simplemente me había olvidado que existían. Y me la probé, solo por curiosidad, y me di cuenta de que aún me quedaba, pero lo más impactante fue la ola de recuerdos que me invadió.
That garment transported me to specific moments when I was in college. I wore it so many times that it brings back memories of my great college experience. It made me think about how some clothes become a kind of time capsule, storing moments, laughter, and even some mistakes.
Esa prenda me transportó a momentos exactos cuando estudiaba la universidad, fueron tantas las veces que la usé que me trae recuerdos de mi gran recorrido universitario. Me hizo pensar en cómo algunas prendas se convierten en un tipo de cápsula del tiempo, guardando momentos, risas, e incluso algunos errores.
I wonder if the same thing has happened to you. Do you have any clothes with a story behind them in your closet? The ones you don't wear very often, but refuse to throw away because they're not just fabric, but also a little piece of your life.
Me pregunto si a ustedes les ha pasado lo mismo. ¿Tienen alguna prenda con historia en su armario? Esas que no usan tan a menudo, pero que se niegan a tirar porque no solo es tela, sino también un pedacito de su vida.
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Te entiendo, algunas prendas de ropa, no hacen sentir tan cómodos qué se siente feo cuando se nos rompen por el desgaste, y que te hacen pensar, "me hubiera comprado otra igual", jajajaja.
Tienes toda la razón. Es increíble cómo algunas prendas se vuelven tan especiales. No es solo la tela o el color, es que se convierten en parte de nosotros. Son como una segunda piel que nos da confianza y nos acompaña en un montón de momentos.
¡Saludos!