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Vivimos en época que se ha denominado de positivismo tóxico, lo que explicado de manera simple significa que somos demasiado positivos para nuestro propio bien. Creemos que todo lo podemos, y cuando descubrimos que no es así, nos frustramos, y no pocas veces nos deprimimos.
Esta es una de las razones de que ir a terapia sea algo cada vez más común, y que para las actuales generaciones sea parte de la canasta básica, o sea algo que es parte de su normalidad, tanto como ir al gimnasio o salir a correr.
Lo curioso es que el ser humano, y en general todos lo seres vivos, son en esencia más pesimistas que optimistas, y la razón es simple: la sobrevivencia. Nuestra historia no existiría si no estuviéramos genéticamente condicionados a ver y dar más importancia a lo negativo, que a lo positivo. Es algo que no podemos evitar.
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En un famosos experimento se comprobó que una cara triste sobresale entre un montón de caras con expresión positiva, la notamos enseguida, pero a la inversa no pasa lo mismo, y nos cuesta mucho más trabajo descubrir una cara alegre entre un montón de caritas tristes.
Esto tiene una explicación totalmente lógica y natural. Estamos preparados para detectar anormalidades y amenazas desde el principio de los tiempos porque de ello depende nuestra sobrevivencia. Esto aplica a todas la especies, y tanto en el cerebro de los humanos como de los animales hay un mecanismo diseñado para dar prioridad a los eventos malos.
Si uno se acerca a un animal salvaje este se alejará enseguida, o asumirá una posición defensiva o por lo menos de precaución, porque aunque no le hallamos hecho nada, nos percibe como un peligro potencial, somos algo desconocido pera el, y en consecuencia algo negativo. Después de un tiempo, cuando el animal tenga la seguridad de que no representamos peligro alguno, cambiará su actitud.
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Siempre le damos más importancia a lo negativo porque lo interpretamos como una amenaza, y esto es algo que es parte de nuestra naturaleza, pero desafortunadamente muchas de nuestras inseguridades se apoyan en esta circunstancia.
Para los jóvenes, sobre todo las mujeres jóvenes, un solo comentario negativo sobre su apariencia puede ser devastador, sin importar que haya recibido cientos de comentarios positivos antes. Y a un creador de contenido, de videos para YouTube por ejemplo, siempre le pesará más un comentario negativo sobre su última publicación que todos los demás comentarios positivos recibidos, y tendrá que batallar para ignorarlo.
Estamos hechos para dar más importancia a lo negativo que a lo positivo, porque lo negativo puede implicar peligro, y puede llegar incluso a amenazar nuestra sobrevivencia. En otro experimento, mezcladas con cuadros en blanco y negro pasados rápidamente en secuencia, se intercalaron las imágenes de una cara triste y un cara feliz.
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La velocidad a la que cambiaban las imágenes no era suficiente para pudieran ser reconocidas, de hecho los participantes nunca supieron que las habían visto. Sin embargo de manera infalible cuando pasaba la imagen de la cara triste la presión arterial de todos los participantes se incrementaba, había una reacción física involuntaria y automática ante la posible amenaza.
Ello nos dice que esto es algo que hacemos de manera automática y que no podemos controlar, y nuestro sentidos reconocen amenazas potenciales incluso sin que nos demos cuenta. Lo que no quiere decir que nuestro cuerpo sea negativo, y en consecuencia nosotros, sino que es parte de nuestra naturaleza, y posiblemente sin esa capacidad ya nos hubiéramos extinguido hace mucho tiempo.
Así que deja de preocuparte tanto si tu última publicación en Hive no tuvo muchos upvotes, como a veces hago yo irremediablemente, pero tampoco te sientas más por ello, que es algo que no podemos evitar. Y mejor concéntrate más en el éxito de tus otras publicaciones, no le des tanta importancia a ese árbol y fíjate más en el bosque.
Y ya deja de idealizar tanto el positivismo y satanizar tanto la negatividad, ya ves que las cosas no son siempre lo que parecen... a veces, son peores.
©bonzopoe, 2021.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.
Un excelente artículo de un tema que mucha gente se niega rotundamente a reconocer pero que es algo tan inherente en nuestra naturaleza como es el hecho de respirar. A modo personal, este "positivismo" exagerado es tan tóxico que llegas a no querer saber nada de las personas que se abanderan o de que se escudan tras él; peor aún, y digo esto por experiencia, que la gente que practica este positivismo tóxico suele ignorar a aquellos que buscan apoyo moral en algún problema grande.
No digo que no esté bien pensar de forma positiva, pero es mil veces preferible pensar las cosas con REALISMO, pues te permite valorar tanto ambos lados de la moneda y te ayuda a tomar la decisión que parezca correcta.
¡Un abrazo, mi estimado @bonzopoe!
Muchas gracias paisana por tus amables palabras, que bueno que te haya gustado el post. ¡Saludos y un fuerte abrazo!
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