Ohhh, no había visto este post @avellana ¡que recuerdos vienen a mi mente! Lola es preciosa, pensé que era una tortuga de agua dulce, pero al detallarla creo que es de mar, aunque según sé que son adaptables, me parece que puede vivir tranquilamente en agua dulce. Las tortugas aunque tienen fama de ser apáticas, de mal genio y de no ser muy afines al ser humano, nada más distante de la realidad, son muy inteligentes y pueden ser muy cariñosas; sólo que al no tener músculos movibles en sus rostros se les dificulta expresar sus emociones. Mi tortuga, Celeste, quien era de agua dulce, era muy expresiva, especialmente con sus ojos, ella era muy mansa con todos nosotros, se dejaba acariciar las patas, la parte superior de su cabeza y también debajo del mentón, nunca quiso agredirnos. Pero sé que la especie a la cual pertenece Lola, tienen un comportamiento distinto. Celeste siempre fue muy territorial con otras tortugas, yo luego traje a casa otra tortuga que conseguí suelta en la calle después de una gran tormenta, y no quise dejarla allí, expuesta a que la aplastase un carro. Ella se llamaba Linda, y Celeste no la soportaba cerca, la vivía persiguiendo y mordiéndole las paticas y la cola. Linda lamentablemente murió, porque dormía debajo de un mueble, una poltrona, y yo sin querer, levante el mueble levemente y lo volví a colocar y le dí en su cabecita, pueden ser muy delicadas en esa área. Celeste vivió más rato, y bueno, ya muchos de ustedes conocen su historia. Ella era tan especial, que dormía debajo de mi cama, nunca se separaba de mí, siempre estaba conmigo. Sé que pueden tener excreciones muy desagradables por su olor, pero créanme, ellas dos eran muy limpias y tenían un área de la casa en donde hacían sus necesidades. Recuerdo que cuando la llamábamos, salía corriendo muy rápido, así como hace Lola, porque sabía que le esperaba algo delicioso, algún bocadillo. Cuando yo hacía mercado, le compraba mejillones frescos y se los cocía en agua, los enfríaba y se los iba dando, era todo un espectáculo verla comerlos, los tomaba con sus patas y les daba cada mordisco, con alegría y entusiasmo. Realmente fue un ser muy especial que jamás la olvidaré, y espero que cuando yo pase de plano pueda encontrarla nuevamente. Este post ese precioso, ya verás @avellana que tú y Lola podrán ser muy buenas amigas. Me siento feliz de haberte inspirado a escribir sobre ella y a traerla a Hive. Saludos y bendiciones.
Quiero hacer una acotación final para todos, nunca piensen que los animales no sienten, no comprenden. Todos ellos por lo general TIENEN ALMA, sienten y entienden más de lo que muchos de nosotros pensamos, de allí que merezcan respeto, amor, consideración y compasión. Jamás los agredan ni los utilicen con fines que no sean el de servir de alimento, (aquellos que forman parte de nuestra dieta), y aún así agradezcan, pues nos están dando lo único y más valioso que tienen: Sus vidas.
