Good afternoon friends, may God bless you.
They say that the book of Romans of the sacred scriptures is the ABC of every Christian and that is why, as you may have noticed a few posts ago, I have been sharing verses from this beautiful book.
Today I will once again share with you a passage that addresses the issue of differences in faith and practice among believers. Paul is exhorting Christians to show love and understanding toward those who have different opinions or practices, especially in areas that are not fundamental to the Christian faith.
Receive the weak in faith, but not to contend about opinions. Because one believes that one has to eat everything; another, who is weak, eats legumes. He who eats, do not despise him who does not eat, and he who does not eat, do not judge him who eats; because God has received him. Who are you, that you judge someone else's servant? For his own lord he stands, or falls; but it will be firm, because the Lord is able to make it stand. One makes a difference between day and day; another judges the same every day. Each one is plenty convince about his own mind. He who pays attention to the day, does it for the Lord; and he who does not pay attention to the day, does not pay attention to the Lord. He who eats, eats for the Lord, because he gives thanks to God; and he who does not eat, does not eat for the Lord, and gives thanks to God. For none of us lives for ourselves, and none of us dies for ourselves. For if we live, we live for the Lord; and if we die, we die for the Lord. Therefore, whether we live or die, we belong to the Lord.
Romans 14:1-8
Paul emphasizes that although believers may have different opinions on certain matters, such as what foods to eat or what days to consider sacred, they should avoid mutual judgment and contempt. Instead of arguing over these differences, you should accept each other and remember that you all belong to the Lord. It is not about who is "right" or who is "wrong," but about living in unity and love, recognizing that each is seeking to follow the Lord in the best way he knows how.
The main point is that, as followers of Christ, all are subject to the Lord and must live their lives with that consciousness, recognizing that everything they do, whether eating or abstaining from certain foods, they do for the Lord and they must give thanks. to God for it. Ultimately, everyone belongs to the Lord, both in life and death, and must live accordingly, demonstrating love and respect for each other in all things.
Buenas tardes amigos, que Dios les bendiga.
Dicen que el libro de Romanos de las sagradas escrituras es el ABC de todo cristiano y es por eso como habrán notado ya hace unos cuantos post que vengo compartiendo versículos de este hermoso libro.
Hoy una vez más les compartiré un pasaje donde se aborda la cuestión de las diferencias en la fe y la práctica entre los creyentes. Pablo está exhortando a los cristianos a mostrar amor y comprensión hacia aquellos que tienen opiniones o prácticas diferentes, especialmente en áreas que no son fundamentales para la fe cristiana.
Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.
Romanos 14:1-8
Pablo enfatiza que aunque los creyentes puedan tener opiniones diferentes sobre ciertos asuntos, como qué alimentos comer o qué días considerar sagrados, deben evitar el juicio y el menosprecio mutuo. En lugar de contender sobre estas diferencias, deben aceptarse mutuamente y recordar que todos pertenecen al Señor. No se trata de quién está "en lo correcto" o quién está "equivocado", sino de vivir en unidad y amor, reconociendo que cada uno está buscando seguir al Señor de la mejor manera que sabe.
El punto principal es que, como seguidores de Cristo, todos están sujetos al Señor y deben vivir sus vidas con esa conciencia, reconociendo que todo lo que hacen, ya sea comer o abstenerse de ciertas comidas, lo hacen para el Señor y deben dar gracias a Dios por ello. En última instancia, todos pertenecen al Señor, tanto en la vida como en la muerte, y deben vivir en consecuencia, demostrando amor y respeto mutuo en todas las cosas.
