When you're in the middle of a strenuous shopping day all you need is a coffee. I have no proof, no doubts either. Unconsciously your body asks for it and the voice in your head becomes present, asking you to enter the first cafe you see. I know it's happened to you and you can't deny it.
This is what my friend and I did a couple of days ago. It has taken me a little while to talk about this day because nothing of what we expected happened, but now that I have reflected I am ready. We arrived at this cafe before continuing our day, and as usual we took a seat and placed our order. However, I noticed something peculiar on this site.
I admit that I am a hyper-vigilant person at times. At times I can notice subtle changes in the energy or vibes I perceive from people or places, and at that moment I felt that the atmosphere of the place had changed. I started taking photos of the decoration, because I am fascinated by the way they combine wood with other analog elements to give a cozy feeling, and soon I understood the origin of my suspicions.
Maybe it was a bad day or a bad time to go, because apparently at that time people frequent who go to get drunk and eat, not to have a nice time drinking coffee. The girl who waited on us also looked tired and a little stressed. The music was louder than normal and they didn't even have the air conditioning on (which my friend told me was becoming a habit there).
Our coffees arrived and we tried to enjoy them in the best possible way. Although the product was very good the situation around us did not accompany the vibe that we had. The annoyance in us was completed when, at the time of payment, they did not want to accept electronic payments and were only accepting cash (which is a violation of the laws of the country). As my friend and I know that there are no mechanisms to effectively regulate these violations, we paid the cash, but not before making our claim clear.
This whole mess made me think, why do we go out for coffee when we can have coffee at home? Exactly because you can go with friends, at any time, anywhere nearby, but above all for the certainty that you are going to have a quality service. The company matters, but so does the atmosphere, and that should be the commitment of most places that sell it.
I decided not to bother about it anymore. My creative, resilient and peaceful revenge will be to no longer have this place. For me coffee is something almost sacred, so I will continue to advocate for pleasant, peaceful, resilient and creative experiences 😆. I won't let anyone ruin my coffee!
I hope you liked this post, and if you have had similar experiences I will be reading all the ones you share in the comments. Until next time!
Cuando estás en medio de un día de compras extenuante lo único que necesitas es un café. No tengo pruebas, tampoco dudas. Inconscientemente tu cuerpo lo pide y la voz de tu cabeza se hace presente, pidiéndote que entres al primer café que ves. Sé que te ha pasado y no lo puedes negar.
Así hicimos mi amigo y yo hace un par de días. Me ha tomado un poco de tiempo hablar de este día porque no sucedió nada de lo que esperábamos, pero ahora que he reflexionado estoy listo. Llegamos a este café antes de continuar nuestra jornada, y como de costumbre tomamos asiento e hicimos nuestro pedido. Sin embargo, noté algo peculiar en este sitio.
Admito que soy una persona hipervigilante en ocasiones. Por momentos puedo notar cambios sutiles en la energía o las vibras que percibo de personas o lugares, y en ese momento sentí que el ambiente del lugar había cambiado. Me puse a tomar fotos de la decoración, pues me fascina la manera en la que combinan madera con otros elementos analógicos para dar una sensación acogedora, y pronto entendí el origen de mis sospechas.
Quizás fue un mal día o un mal horario para ir, porque al parecer en ese momento frecuentan personas que van a emborracharse y comer, no para pasar un rato agradable tomando café. La chica que nos atendió también se veía cansada y un poco estresada. La música estaba más alta de lo normal y ni siquiera tenían encendido el aire acondicionado (cosa que según me comentó mi amigo se estaba volviendo costumbre allí).
Nuestros cafés llegaron y tratamos de disfrutarlos de la mejor manera posible. Aunque el producto era muy bueno la situación a nuestro alrededor no acompañaba la vibra que teníamos nosotros. La molestia en nosotros se completó cuando, a la hora de pagar, no querían aceptar pagos electrónicos y solo estaban aceptando efectivo (cosa es una violación de las leyes del país). Como mi amigo y yo sabemos que no existen mecanismos para regular efectivamente estas violaciones, pagamos el efectivo, no sin antes dejar clara nuestra reclamación.
Todo este embrollo me hizo pensar, ¿por qué salimos a tomar café cuando podemos tomar café en casa? Exactamente porque puedes ir con amigos, en cualquier momento, en cualquier lugar cercano, pero sobre todo por la certeza de que vas a tener un servicio de calidad. La compañía importa, pero el ambiente también, y ese debería ser el compromiso de la mayoría de los lugares que lo venden.
Decidí no molestarme más por eso. Mi venganza creativa, resiliente y pacífica será no fecuentar más este lugar. Para mí el café es algo casi sagrado, por tanto seguiré abogando por experiencias agradables, pacíficas, resilientes y creativas 😆. ¡No permitiré que nadie arruine mi café!
Espero que este post les haya gustado, y de haber tenido experiencias similares estaré leyendo todas las que compartan en los comentarios. ¡Hasta la próxima!
De acuerdo contigo. Pagamos por algo más que el café, por la experiencia, el ritual de la espera y probarlo. Todo eso debería ser sagrado para quien lo ofrece. Gracias por compartir.
Ciertamente cuando vamos a un lugar y pagamos por un café, no solo el pago es producto , es por el servicio completo para compartir un momento agradable que se convierta en recuerdo. valida tu reflexión.
La única razón para tomar café fuera de casa está en la experiencia, creo yo, porque buen café siempre podemos hacer sin salir. Supongo que el atractivo de los cafés es el ambiente, la decoración, la compañía, en fin todos esos detalles que añaden pero que estrictamente son ajenos al café como bebida.
Por eso mismo visito pocos cafés, porque siempre empiezan bien y luego pierden conciencia de que lo que los hace atractivos va más allá de la bebida en sí.
No tomo café, pero sí me gustan las cafeterías. Y compartir con amigos es una de las cosas más sanas que podemos hacer en medio de la vida ajetreada
¡Muy bien por ustedes al no permitir que la experiencia negativa les borre la sonrisa!