Difícil tesitura, pero digna de admiración, la de los equipos de sanidad de todos los países. Reconocer el propio miedo, aprender a convivir con él y hacerlo, además, con la motivación de ver que hay tanta gente que os necesita, no es un consuelo, pero creo que debe haceros sentir orgullosos, porque aportáis lo más grande que tenéis: no sólo vuestra experiencia y dedicación, sino también, como se ha constatado en muchos casos, vuestra propia vida. Y eso, aunque suene banal, os engrandece. Un afectuoso saludo en la distancia
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Gracias Juan, disculpa que no te respondiera antes, solo público y salgo por la mala conexión de internet y el poco tiempo que tengo por mi trabajo. Gracias por tú palabras, te envío un gran abrazo ;)
No te preocupes, estimada @neiraurdaneta, entiendo perfectamente la situación. Recibe un fuerte abrazo virtual desde España