Abro los ojos y el mundo me da vueltas,
mis entrañas las tengo todas revueltas,
no recuerdo nada de la noche anterior,
haciendo que se estremezca mi interior.
La pantalla totalmente rota de mi celular
o mi cartera vacía me llevan a asimilar
que me volví a descontrolar como antaño
viendo el reflejo en el espejo de un extraño.
Pensé que había superado a mis demonios,
que me convertían en completo anónimo,
las sustancias siempre fueron enemigas
cuando no sabes moderar la adrenalina.
Ayer volví a estar bajo sus influencias
y cada vez son peores mis experiencias,
me siento más poderoso que dios griego,
no mido el daño que puede hacer el fuego.
La cefalea se intensifica al ponerme de pie,
el agua muy fría me hace sentirme bien,
de a poco voy recobrando mis 5 sentidos,
por todos mis errores me siento deprimido.
Una abolladura nueva al costado de mi auto,
me pone en alerta por lo idiota e incauto,
preciso de socorro muy urgentemente
antes que lastime a alguien inconsciente.
