Hoy vengo a compartir con ustedes un tema de extraña naturaleza, pero cuya esencia desborda sumo interés para muchos, para otros no tanto. Se trata de un fenómeno “reciente” en torno a la filosofía, aunque los que han dedicado su tiempo en su profundización argumentan que es un modo de recobrar de algún el génesis y sentido de la filosofía.
Me refiero a lo que se ha conocido como “Consultaría o acompañamiento filosófico”, ya de entrada propone una cierta disyuntiva o quizás una indeterminada definición, los más atrevidos le han llamado “Terapia filosófica”, con este último estoy en total desacuerdo e iré esbozando mi punto de vista en torno a este fenómeno.
Para no caer en ambigüedades desde el comienzo, le llamaré “consultaría filosófica”. Ya claro el nombre, partamos a sondear lo Qué es y su Telos, su finalidad. Antes de intentar definir lo qué es, de manera breve les expondré los argumentos e ideas en las que se apoyan los filósofos que le dan vida a esta nueva área filosófica.
No siempre la filosofía estuvo en las manos de los académicos o intelectuales, la filosofía nació en el ágora griega y sus primeros intentos de reflexión fue repensar lo que para muchos era una obviedad. La filosofía en su origen tuvo el mismo intento que la religión, dar respuesta a las preguntas que trascienden al hombre, pero a diferencia de la religión que usaba el mito, la filosofía comenzó a utilizar a la razón como herramienta esclarecedora. Por lo tanto, la filosofía tenía un fuerte sentido orientador y pretendía esbozar un camino de vida, en otras palabras prepararnos para la muerte.
Debido a esto comenzaron a crearse diversas escuelas o corrientes filosóficas que intentaban cada una proponer un estilo de vida, una filosofía de vida, es decir, la filosofía no se quedaba en la mera reflexión teórica o abstracta, sino que tenia además una marcada y determinada practicidad a nivel individual y social.
Existieron escuelas o corrientes filosóficas tales como:
- La academia
- El liceo
- Estoicismo
- Epicureísmo
Y otras tantas más, cada una con su determinado compendio de valores y prácticas que proponían un modo de vida, de autoconocimiento y de acercamiento al mundo. Aunque provenían prácticamente de la misma región cada una tenía su modo de ser.
Ahora bien, retomando un poco sobre las enseñanzas de esas escuelas antiguas, aprender que teoría y práctica van de la mano, que la filosofía puede ser una fuente de luz que ayuda a iluminar el sendero de la vida, ha surgido esto que les venía comentando, el acompañamiento filosófico que lo que pretende de algún modo es de mostrar que cada individuo tiene su propia filosofía, aunque quizás no lo sepa.
La filosofía ´puede ser una herramienta muy valiosa en la vida, no todo amerita una terapia o una consulta psicológica. A veces ciertos problemas en la vida pueden ser resueltos con tan solo un poco de filosofía, no hay que ser un filosofo para apropiarse de ciertas enseñanzas que nos podría facilitar la vida, de tal modo que el consultor filosófico es el encardado de mostrar a quien se acerque, lo valioso que puede ser el pensamiento de determinado autor o época. Que cierto pasaje de algún texto nos puede ayudar a salir de una crisis personal o laboral.
Lo que hay que debe tener en cuenta el consultor filosófico es saber identificar si la filosofía es oportuna en los casos que le lleguen, porque de no ser así, la persona deberá acercarse a la especialidad que amerite. Por ejemplo, los dolores de muelas son atendidos por el odontólogo, un desequilibrio en el comportamiento un psicólogo, una crisis por ruptura amorosa, o una confrontación religiosa en la familia, son cosas donde la filosofía puede ser de gran ayuda.
Mi opinión acerca de la consultaría filosófica es que es un área que irá creciendo cada vez más, llegando a lugares inimaginables, también abre un nuevo campo en la aplicabilidad de la filosofía en el entorno social, también es un foco de difusión filosófica.
Una de las cosas que más me agrada de la consultaría filosófica es que no parte de una etiqueta o patología para proporcionar ayuda, no se ancla en el pasado ni intenta hurgar en él para la resolución de un conflicto. Además de esto, en el acompañamiento filosófico puede resolver el problema en un día, mientras que en una consulta psicológica puede tardar semanas o meses.
Con respecto al nombre, particularmente me agrada más “Asesoramiento filosófico” porque quien se acerca busca una asesoría, mas que “Consultaría filosófica”, que pudiera darse a malinterpretaciones. También me agrada “acompañamiento filosófico” porque propone un caminar juntos, un acompañar al otro.
Ahora te pregunto:
¿Irías a un consejero filosófico?
Solo ten presente que no es una terapia más, ni harán de ti un pronóstico, ni mucho menos te etiquetaran con alguna patología ni verán síntomas de algo, ir a un consejero filosófico es, buscar a lo mejor el mismo consejo que buscarías en algún familiar o amigo, solo que el consejero filosófico posee más de dos siglos de herramientas para la vida, consejos dejados por filósofos en el pasado que pueden dar luz a lo que acontece hoy. El consejero filosófico te hará ver otra perspectiva de la vida, te enseñará a pensar por ti mismo, a no seguir consejos sin bases de los miles de gurús que existen en la actualidad.
Gracias por leerme, y pasar por acá. Hasta la próxima entrega.
Las imágenes fueron creadas en Canva.
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Interesante escrito, la filosofía cada vez mas deja de ser algo abstracto para la gente y empieza a darle aplicaciones prácticas, saludos.
Gracias por leerme, y pasar por acá. Así es, la filosofía cada vez debe volver a ser algo cotidiano.
Muy interesante, nunca había visto la filosofía de esa forma para acompañar y brindar apoyo a partir de ella. Gracias por compartirlo 😊
Gracias por leerme y por tu comentario!! La filosofia nacio como la cura para el alma.
Hola, amigo, de verdad no había escuchado la terminología. Quién la acuñó?
No sé quien lo acuñó por vez primera, yo lo descubrí de un autor y filosofo llamado Lou Marinoff. Autor del los textos: "Más Platón y menos prozac" y "Preguntale a Platón"