La Guerra Apenas Empieza
Las sombras se apoderaron de la calle tan pronto sonaron las sirenas. Los más precavidos corrieron a esconderse en sus refugios improvisados, los desafortunados deambulaban temerosos por los callejones procurando no llamar la atención de los Hitarachis. Algunos no verían el amanecer a pesar de sus esfuerzos. Cuando colapsó la sociedad, los Hitarachis reclamaron el derecho de gobernar la ciudad con mano de hierro; nadie les opuso Resistencia, excepto por valiente pero reducido grupo de los Medurimes…
Los Hitarachis era un grupo de seres sobrenaturales que se alimentaban de las almas que no encontraban refugio cuando las sirenas anunciaban el toque de queda. Eran una especie de vampiros que se regían bajo las leyes del Vlas, su rey eterno. Eran casi invencibles, y ya que la sociedad se había resignado a su dominio, lo único que podían hacer era sobrevivir durante el día.
Vlas, el rey, había establecido una forma de mantener el régimen, y apoderarse de todo. Permitía a los humanos andar en el día mientras ellos esperaban las noches para cazar a los desgraciados que no hacían caso al toque de queda. De alguna manera, la gente, corroída por el miedo de perder sus vidas, se acostumbraron a este modo de vida, pero no los Medurimes.
En las casetas olvidadas, se reunían un grupo que se hacía llamar los Medurimes, humanos que habían desarrollado la capacidad de soportar el dolor físico y una fuerza hercúlea. Estos estaban cansados de esconderse en las noches, de ver sufrir a la gente que los rodeaban, estaban cansados de ver a los arrogantes Hitarachis beber la sangre de cualquier desafortunado que encontraran en la calle luego de que sonaran las sirenas.
Los hermanos Kiros y Kliff estaban hartos de la situación tan desesperante que les recordaba que sus vidas no les pertenecía si se veían atrapados por los Hitarachis. Por lo que un día, decidieron enfrentarlos.
La mañana era perfecta, los Hitarachis estarían ocultos en su casa gubernamental. Los Medurimes ahora los alcanzaban en números, por lo que sería una oportunidad imperdible. Con su fuerza y su habilidad de tolerar el dolor físico, serian invencibles. Estos arremetieron en la gran casa gubernamental donde con dagas de madera exterminaron a todo Hitarachi que se hiciera presente. Sin embargo, nunca pudieron encontrar a Vlas, era una incógnita, era de día y no podría salir del pueblo. Aun así, no lo dieron con él en su búsqueda. Se les había escapado y eso solo significaba una cosa, una guerra entre Medurimes e Hitarachis estaba por comenzar.
Me gustaría invitar como reto a mi amiga @patriciamor y a mi amigo @ramhei.textual.