Aquella voz había resonado como un trueno y no era la evidente molestia reflejada en su rostro lo que indicaba que algo estaba por suceder.
¡¡Ni se te ocurra tocarla otra vez !!!_ Dijo aquella figura varonil al tiempo que empujaba con sus fuertes manos aquel despreciable ser que más de una vez ya había golpeado a Laura.
Daniel era un hombre de principios y valores, defensor de la justicia y la verdad. La escena que observaba no era la primera vez que ocurría.
Hoy había decidido hablar en nombre del infinito afecto que había crecido en él por Laura, su amor de la infancia.
Después de varios años sin verse hace un mes Daniel y Laura se encontraron de casualidad en el parque que atesoraba sus mejores recuerdos. Aquel día Laura salió corriendo de la casa luego de una fuerte discusión con su esposo. Daniel salia del trabajo pero el transporte público lo había llevado por otra ruta muy lejana a su destino. Cuando se vieron el tiempo se detuvo y las miradas que faltaron por aquellos años de antaño ahora recobraban vida. Ambos estaban muy cambiandos físicamente pero sus corazones no dudaron en reconocerse. No hubo palabras solo silencios que decían más que mil sonidos.
El dolor, el trabajo y todo el estrés acumulado había quedado bien atrás, esa tarde Daniel y Laura volvían hacer los mismos adolescentes del pasado, solo que ahora habían muchas más ataduras en sus vidas. Laura estaba infelizmente casada y Daniel, Daniel era otra historia.
Nadie lo sabía pero después de ser rechazado por la familia de Laura por no ser suficiente para ella se había jurado a sí mismo que no buscaría el amor y solo se concentraria en buscar el éxito profesional. En consecuencia ha tenido que lidiar con todo tipo de pensamientos de la sociedad, pero con una afamada reputación de ser el mejor en lo que hace.
Aquel reencuentro fue un mar abierto de esperanzas. Desde ese día la caída del sol era testigo de sus encuentros silenciosos. Laura había hallado en Daniel el amor de siempre, su escape de la realidad de su hogar. En cambio Daniel no entendía porque después de tanto tiempo ella seguía aferrada a maltratos y abusos y ahora que lo sabía no iba a permitir que eso volviera a suceder, como el abogado que era. Laura tenía miedo, sabía que su marido era muy peligroso y que aquello podía terminar mucho peor, así que decidió alejarse por el bienestar de los dos.
Luego de dos dias sin verse y estar documentado de todo el proceso legal para estos casos Daniel no lo pensó mucho y puso rumbo a casa de Laura.
La escena que ante sus ojos se presentaba había estremecido todo su cuerpo. No había en el rostro de Laura la sonrisa genuina que lo había enamorado, en su lugar, ematomas, moretones y una tristeza desconsoladora.
Daniel que había estado observando desde la distancia decidió intervenir. Sin dudarlo, corrió hacia ellos y gritó:
_¡¡¡Ni se te ocurra tocarla otra vez!!! Gritó lleno de furia al tiempo que lo empujaba con sus fuertes manos.
El agresor se volvió, sorprendido por la interrupción. En un instante, el ambiente se tornó tenso. Laura aprovechó ese momento para alejarse, temblando del miedo por lo que podía pasar. Sin embargo, Daniel no estaba preparado para lo que sucedería a continuación.
El marido de Laura, enfurecido, lanzó un golpe a Daniel, quien logró esquivarlo, pero no sin esfuerzo. Puños volaban y el sonido de cuerpos chocando resonaba en el aire.
En un movimiento rápido, el agresor sacó un cuchillo. Daniel se detuvo por un momento, evaluando la situación. “¡Aléjate de ella!” gritó, manteniendo su mirada fija en el cuchillo.
La tensión era palpable. Laura observaba con el corazón en la garganta, deseando que todo terminara. En un instante decisivo, Daniel se lanzó hacia adelante, intentando desarmar aquel hombre antes de que pudiera hacer daño. La lucha continuó, y el sonido del metal chocando contra metal resonó en la noche, mientras la policía llegaba al lugar, sirenas aullando como un faro de esperanza en medio del caos.
Aquel encuentro había sido la salvación de Laura y Daniel, quienes ahora como en los cuentos de princesas vivían felices para siempre, alejados de todo mal y reconstruyendo de a poco el amor que una vez perdieron.
*Texto de mi propia inspiración
*Imagen creada con Gemini Ai
- Texto tratraducido por : All language translate app
- Diseño de imagen realizado con Canva
English version 👇
That voice had resounded like thunder and it was not the obvious annoyance reflected on his face that indicated that something was about to happen.
Don't even think about touching her again!!!_ Said that manly figure while pushing with his strong hands that despicable being who had already hit Laura more than once.
Daniel was a man of principles and values, a defender of justice and truth. The scene he observed was not the first time it had happened.
Today he had decided to speak on behalf of the infinite affection that had grown in him for Laura, his childhood love.
After several years without seeing each other, a month ago Daniel and Laura met by chance in the park that treasured their best memories. That day Laura ran out of the house after a heated argument with her husband. Daniel was leaving work but public transportation had taken him on another route very far from his destination. When they saw each other, time stopped and the looks that were missing from those years of yesteryear now came back to life. Both were very physically changing but their hearts did not hesitate to recognize each other. There were no words, only silences that said more than a thousand sounds.
The pain, the work and all the accumulated stress had been left well behind, that afternoon Daniel and Laura were returning to being the same teenagers from the past, only now there were many more ties in their lives. Laura was unhappily married and Daniel, Daniel was another story.
Nobody knew it but after being rejected by Laura's family for not being enough for her, he had sworn to himself that he would not look for love and would only concentrate on seeking professional success. Consequently he has had to deal with all kinds of thoughts from society, but with a famous reputation of being the best at what he does.
That reunion was an open sea of hope. From that day on, the setting of the sun witnessed their silent meetings. Laura had found in Daniel the love she had always had, her escape from the reality of her home. On the other hand, Daniel did not understand why after so long she was still clinging to mistreatment and abuse and now that he knew he was not going to allow that to happen again, like the lawyer he was. Laura was afraid, she knew that her husband was very dangerous and that this could end much worse, so she decided to walk away for the well-being of both of them.
After two days without seeing each other and being documented of the entire legal process for these cases, Daniel did not think much and headed to Laura's house.
The scene that appeared before his eyes had shaken his entire body. There was no genuine smile on Laura's face that had made him fall in love; instead, there were bruises, bruises, and a disconsolate sadness.
Daniel who had been watching from a distance decided to intervene. Without hesitation, he ran towards them and shouted:
_Don't even think about touching it again!!! He screamed full of fury while pushing him with his strong hands.
The attacker turned around, surprised by the interruption. In an instant, the atmosphere became tense. Laura took advantage of that moment to walk away, trembling with fear of what could happen. However, Daniel was not prepared for what would happen next.
Laura's husband, enraged, threw a blow at Daniel, who managed to dodge it, but not without effort. Fists flew and the sound of bodies colliding echoed in the air.
In one swift movement, the attacker pulled out a knife. Daniel stopped for a moment, assessing the situation. “Get away from her!” he shouted, keeping his gaze on the knife.
The tension was palpable. Laura watched with her heart in her throat, wishing it would all be over. In a decisive instant, Daniel lunged forward, trying to disarm the man before he could do any damage. The fighting continued, and the sound of metal clashing against metal echoed into the night, as police arrived on the scene, sirens wailing like a beacon of hope amidst the chaos.
That meeting had been the salvation of Laura and Daniel, who now, as in princess stories, lived happily ever after, away from all evil and little by little rebuilding the love they once lost.