La Extraña Llamada y el Trabalenguas.- Relato de Ciencia Ficción

in Freewriters2 years ago (edited)




La extraña llamada y el trabalenguas
Este relato fue escrito en 2017

A finales de la década de los años setenta en mi casa instalaron el servicio telefónico, en ese entonces tenía como diez años de edad. Toda la familia estaba muy feliz de que por fin íbamos a tener un teléfono en nuestro hogar, no sólo eso, sino que en toda la cuadra los únicos que tenían el muy necesario aparato éramos nosotros.

Para esa época tener un teléfono era sumamente difícil, y en el sector donde vivíamos era casi rural, la gente era muy humilde y de escasos recursos, pero gracias a las diligencias e influencias de mis hermanos mayores se logró extender una línea o cable telefónico hasta nuestra vivienda.

Recuerdo que el teléfono era de color gris claro, tenía una especie de cuerno en cuyos extremos sendos cilindros pequeños servían de auricular y micrófono, todo esto se conectaba a una base rectangular por medio de un cable tipo cordón, en el centro de esta base había un disco con números del cero al nueve, que se giraban para para discar los dígitos del número telefónico al cual uno se quería comunicar.

El número de nuestro teléfono, incluyendo el código de área, era 0261 226514, recuerdo que todos en la sala de mi casa esperábamos ansiosos el repicar del teléfono, era la primera llamada de confirmación de la empresa de servicio telefónico, entonces al cabo de un rato de espera escuchamos ese sonido agudo y algo intenso, típico de los timbres de aquellos teléfonos, “rin, rin, rin”, todos saltamos de emoción cuando mi hermana mayor contestó el teléfono para escuchar la confirmación de nuestra línea telefónica.

Recuerdo que las que más hablaban por teléfonos eran mi mamá y mis hermanas, los varones lo usaban muy poco. En el sector donde vivía casi todos los vecinos se enteraron que teníamos teléfono, entonces esto provocó ciertos problemas ya que mucha gente llegaba a la casa a pedir prestado el teléfono, solo se los prestábamos a los más conocidos y cuando había realmente una emergencia. Nuestro teléfono era la novedad en el barrio.




Mi hermana menor y yo éramos los niños de la casa, por tal razón no usábamos el teléfono, a veces contestábamos las llamadas y nos regañaban por hacerlo, pero por las noches de los fines de semana, generalmente en la casa mis hermanos y hermanas salían, entonces en esos momentos aprovechábamos para hacer travesuras con el teléfono. Resulta que mi hermanita y yo nos divertíamos mucho haciendo llamadas, tomábamos una gruesa agenda telefónica y escogíamos al azar un número y llamábamos, al principio nos poníamos nerviosos y al escuchar por el auricular: “aló, ¿quién es?”, colgábamos rápidamente el teléfono y rompíamos en carcajadas.

Con el pasar de los días nos atrevimos a más, contestábamos al saludo telefónico y preguntábamos por algún nombre al azar, recuerdo que tratábamos de cambiar la voz haciéndola más grave para que no reconocieran que era un niño el que estaba del otro lado de la llamada.

Mi hermana y yo siempre esperábamos esas noches de fin de semana para hacer nuestras travesuras infantiles, hacíamos esas llamadas y al contestarlas respondíamos con cualquier tontería pueril. Una vez nos dio por decirle a las personas algunos trabalenguas populares, recuerdo que yo era muy bueno diciendo algunos como: corazón de la recorazonería, parangaricutirimicuaro, paralelepípedo, esternocleidomastoideo; y mi favorita era, esta noche te desnarizorejarán los murciélagos. Hacíamos esto y nos parecía súper gracioso escuchar reclamos de las personas que se daban cuenta que habían sido llamadas hechas por niños, otras simplemente se reían y colgaban el teléfono.



Una noche de esas resulta que se nos ocurrió hacer una llamada al exterior, sabíamos que se debían marcar más de seis números, pero no conocíamos el número exacto; queríamos escuchar a alguien que nos hablará en inglés u otro idioma diferente al español y así ver qué pasaba cuando le dijéramos nuestros trabalenguas, en fin no íbamos a entender nada de lo que dirían. Así que comencé a discar once números al azar, la primera vez no hubo comunicación, ni la segunda ni la tercera, pero a la cuarta llamada un hombre me contestó:

—Aló, Mari, ya llegué, ábreme la puerta.

Sentí algo muy extraño al escuchar esa voz y lo único que se me ocurrió decir fue mi trabalenguas favorito:

esta noche te desnarizorejarán los murciélagos, —he inmediatamente colgué el teléfono.

De esa llamada que hice cuando niño ya han pasado muchísimos años, y la había olvidado por completo, entonces el paciente lector de este relato se preguntará, por qué ahora la recuerdo con tanto detalle, pues resulta querido y paciente amigo que el pasado sábado 2 de septiembre recibí una llamada que me ha quitado el sueño de varias noches, llegaba yo ese día por la noche a mi casa, mi esposa me había llamado antes para estar pendiente y abrirme la puerta, yo no tenía llaves para abrir; entonces llegando al portón de la residencia sonó mi celular y pensé que era mi mujer, contesté rápidamente diciendo exactamente las palabras que había escuchado por teléfono cuando de niño hice aquella traviesa llamada al azar, entonces el niño me respondió con ese trabalenguas que tanto me gustaba y colgó, un extraño sentimiento muy parecido a aquel me invadió por completo.


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Terminé de llegar a casa algo perturbado, me senté en el mueble y comencé a pensar en la llamada, luego recordé que el número telefónico tenía que estar registrado en el celular, entonces miré con asombro que en la pantalla del celular estaban marcados los números 0261226514, deje caer el celular de la impresión, no quería ni recogerlo del suelo; mi esposa se me acercó al ver mi extraño comportamiento y me preguntó preocupada que me había sucedido, le pedí que recogiera el celular del piso y que por favor me leyera el número de la última llamada, entonces ella me repitió de nuevo exactamente los mismos diez dígitos que yo había leído, la llamada se había hecho a las 10:30 pm. Me costó mucho recuperarme de la impresión, pero luego tomé de nuevo el celular y me atreví a llamar a ese número, esperaba con temor y a la vez con ansias que me contestara un niño, pero la llamada no pudo procesarse, lo hice varias veces y en varios días pero no conseguí respuesta alguna.

He indagado, pensado y razonado toda esta experiencia tratando de darle una explicación, ¿sería posible que haya recibido una llamada de mi mismo del pasado?, no lo sé, quizás fue solo coincidencia, pero, y el número de la llamada, cómo explicar eso. He consultado con mis hermanos mayores la fecha en que instalaron el teléfono por primera vez en la casa de mi mamá, ellos me aseguran que fue en el año de 1977, hace 40 años. He revisado las fechas, me es imposible recordar el día y mes que hice esa llamada, le he consultado a mi hermana, pero ella recuerda solo las travesuras y esas cosas pero ningún detalle al respecto, de lo que si estábamos seguros era que sólo hacíamos las llamadas los fines de semana, es decir, viernes y sábado por la noche; yo había recibido la llamada por la noche ya era otra coincidencia, luego busqué el día y mes de 2 de septiembre de 1977, y vi que no era sábado, que fue el día que recibí la llamada, pero si fue viernes, fin de semana, otra coincidencia más. De todo esto para poder estar tranquilo he establecido una loca teoría la cual explico a continuación.

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Pienso que todo el mundo puede recibir una llamada de sí mismo y del pasado, pero tienen que darse una serie de coincidencias que son casi imposibles, esto sucede cada cierto tiempo, si yo sumo los números principales del teléfono del pasado, es decir, sin tomar en cuenta el código de área, y sumo sus guarismos nos da 20, (2+2+6+5+1+4 = 20), entonces cada veinte años esa llamada del pasado se transmite otra vez en el espacio y tiempo presente, en mi caso tuvieron que pasar cuarenta años, ya que la primera retransmisión de la llamada, que debió suceder en 1997, se perdió ya que mi número telefónico en ese tiempo no coincidía con el que marqué ese día de 1977, pero por una increíble coincidencia, veinte años después (2017), mi celular tiene por número ese que yo marque aquella noche de diversión con mi hermana menor.

Es importante saber que esa llamada sólo y únicamente la puede recibir la misma persona, es decir usted realiza en el pasado una llamada a usted mismo en el futuro, nadie más recibirá esa llamada. Pero eso sí, tienen que darse todas esas coincidencias. Yo no puedo recordar si marque mi numero de celular actual, es pedir demasiado a mi memoria, pero pienso conservar el mismo número hasta dentro de veinte años, tendré para ese entonces setenta años, y si dios me da salud, el 2 de septiembre de 2037 a las 10:30 pm esperaré con ansias la llamada de ese niño que seguramente me dirá su trabalenguas favorito:

Esta noche te desnarizorejarán los murciélagos.

Fuente de las imágenes


Teléfono de cuerno: Fuente
Niño hablando por teléfono: Fuente
Niña hablando por teléfono: Fuente
Hombre hablando por celular: Fuente
Viajes en el tiempo 1: Fuente
Viajes en el tiempo 2: Fuente
Mujer hablando por teléfono 1: Fuente
Mujer hablando por teléfono 2: Fuente
Mujer hablando por teléfono 3: Fuente