I was inspired by this post another one made by @sponge-bob a couple of days ago.
Now that we are in quarantine and confined, without the possibility of reuniting with family and friends, we all begin to miss deeply rooted customs that, because they are repeated, are both assumed as routine and lose some of the charms they always had. The pizza and the gathering around it on Fridays with coworkers is something I miss with all my might.
I have read a lot about this particular flat and generally round bread with different elements placed on it, more and more pizzerias create new ingredient recipes to place on top and decorate, making them more attractive to the eyes and to the taste of the consumer with the aim of selling more, of course.
But in reality, the pizza started out as a piece of bread that could not miss two ingredients: tomato sauce and mozzarella, that soft, rubbery cheese that melts in the heat and is distributed throughout the whole preparation.
According to some experts, there is no real knowledge of where or when this food was created, which is now categorized as "fast food" and, together with the hamburger, are the two preparations of that category that have the greatest predilection among people.
What most agree on is that pizza as we know it today was born in the Italian city of Naples and from there it was distributed to everyone.
Here in Argentina, there are true fans of this food and it is very widespread throughout the country, surely because it is quick to prepare and relatively cheap if we do not exaggerate with the components that we place on it.
The most popular traditional pizza is the so-called mozzarella since that is its main component, bread dough base, tomato sauce and mozzarella cheese on top, baked for a few minutes, a period of time that will be determined by the temperature it has. According to some urban legends, the most famous and best pizza pizzerias never turn off their ovens and keep them at very high temperatures.
Speaking of furnaces, the best ones were always firewood ones but they have several drawbacks such as the size, the high cost of the necessary wood and the combustion waste, therefore they have been replaced by the most practical and economical gas, in recent times these are also being replaced by electric ones, each one has its sympathizers, if you ask me, I think wood-burning ovens are insurmountable although I yield to the evidence of their early disappearance.
Today the variety of pizzas has no limits and can be made from almost any combination of components, also the shapes and sizes can change, all in pursuit of getting attention and selling more. Right now some shops that make them rectangular and sell it by the meter come to mind, without words.
Me and also my friends at the office are traditionalists and we like simple and traditional pizzas, the mozzarella pizzas, the fugazzetta that does not have tomato sauce but is stuffed with cheese and with a large layer of onions on top and the faina, which is something different and not well known elsewhere, it is a dough made with chickpea flour and nothing else, it has nothing on it, not even tomato sauce, it has been thought to accompany the mozzarella and many prefer to put it on top and eat both at the same time.
Something that we sometimes add to the traditional one is red bell peppers and cooked ham, an excellent combination that you should try.
Pizza is an excuse to get together and most prefer to accompany it with a good beer and here I stop, I am not going to talk about beers because just like with pizza there are so many varieties, flavors and colors that I am already lost and I need a guide.
Me sirvió de inspiración para este post otro realizado por @sponge-bob hace un par de días.
Ahora que estamos en cuarentena y confinados, sin la posibilidad de reunirnos con familiares y amigos todos comenzamos a echar de menos costumbres muy arraigadas que por repetirse tanto se asumen como rutinarias y pierden algo del encanto que siempre tuvieron. La pizza y la reunión en torno a ella los días viernes con los compañeros de trabajo es algo que extraño con todas mis fuerzas.
He leído mucho sobre este particular pan achatado y generalmente redondo al que se le ponen encima distintos elementos, cada vez más las pizzerías crean nuevas recetas de ingredientes para colocarles encima y decorarlas, hacerlas más atractivas a los ojos y al gusto del consumidor con el objetivo de vender más, por supuesto.
Pero en realidad la pizza comenzó siendo un trozo de pan al que no podían faltarle dos ingredientes: la salsa de tomate y la mozzarella, ese queso blando y correoso que se derrite al calor distribuyéndose por toda la preparación.
Según dicen algunos entendidos no hay un real conocimiento de donde ni cuando se creó este alimento al que ahora se la categoriza dentro de las “comidas rápidas” y junto a la hamburguesa son las dos preparaciones de esa categoría que mayor predilección tienen entre las personas.
En lo que la mayoría se pone de acuerdo es en que la pizza tal como la conocemos en la actualidad nación en la ciudad italiana de Nápoles y desde allí se distribuyó a todo el mundo.
Aquí en la Argentina hay verdaderos fanáticos de esta comida y está muy difundida a lo largo y ancho del país, seguramente porque es rápida de preparar y relativamente barata si no exageramos con los componentes que le colocamos encima.
La pizza tradicional más popular es la denominada muzzarella dado que ese es su componente principal, base de masa de pan, salsa de tomates y queso muzzarella encima, al horno por pocos minutos, lapso de tiempo que será determinado por la temperatura que éste posea. Según cuentan algunas leyendas urbanas, las pizzerías más famosas y que mejor pizza hacen no apagan nunca sus hornos y los mantienen a temperaturas muy elevadas.
Hablando de hornos los mejores siempre fueron los de leña pero tienen varios inconvenientes como por ejemplo el tamaño, el alto costo de la madera necesaria y los desechos de la combustión, por lo tanto han ido siendo reemplazados por los más prácticos y económicos de gas, en los últimos tiempos también estos están siendo reemplazados por los eléctricos, Cada uno tiene sus simpatizantes, si me preguntan a mí, creo que los hornos de leña son insuperables aunque me rindo a la evidencia de su pronta desaparición.
Hoy en día la variedad de pizzas no tiene límites y se pueden hacer prácticamente de cualquier combinación de componentes, también las formas y tamaños pueden cambiar, todo en pos de conseguir llamar la atención y vender más. Viene a mi mente en estos momentos algunos comercios que las hacen rectangulares y la venden por metro, sin palabras.
Yo y también mis amigos de la oficina somos tradicionalistas y nos gustan las pizzas sencillas y tradicionales, la de muzzarella, la fugazzetta que no lleva salsa de tomates pero está rellena de queso y con una gran capa de cebollas encima y la faina, que es algo distinto y no muy conocida en otros lados, es una masa hecha con harina de garbanzos y nada más, no lleva nada encima, ni siquiera salsa de tomates, ha sido pensada para acompañar a la de muzzarella y muchos preferimos ponerla encima y comer ambas al mismo tiempo.
Algo que en ocasiones agregamos a la tradicional es pimientos morrones rojos y jamón cocido, una excelente combinación que deberían probar.
La pizza es una excusa para reunirse y la mayoría prefieren acompañarla con una buena cerveza y aquí paro, no voy a hablar de cervezas porque al igual que con la pizza hay tantas variedades, sabores y colores que ya estoy perdido y necesito una guía.
I thing I will have to respond to this. . .
Mmmmmm, esa pizzas, especialmente la primera me hizo recordar las pizzas de Guerrín. Saludos!
Uff.. una de las más ricas pizzas de toda la ciudad. Por la noche hay hacer cola en la calle para cenar.
@tipu curate
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Me encanta la muzza, y extraño salir a comer pizza a algún lugar
Todos en esta cuarentena eterna extrañamos cosas, esta es una de ellas.