Fuente
Al pie de la letra
y debajo el misterio,
la gravedad que atrae
las vocales a las consonantes,
la tensión superficial
que evita que se hundan las y,
las q, las j y las g
y su tendencia a lo ambiguo,
a dejar las cosas a medias,
y el punto y la coma,
separadas o juntas en ese amasiato
que pocos entienden, y menos practican.
y sus referencias cruzadas,
los subíndices y superíndices,
y su necesidad de distinguirse,
de ser diferentes.
el salto al vacío, a una mirada,
o a unos labios
que conviertan en sonido
los signos anidados
y les den sentido,
aunque sea solo una vez.
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