Subieron a los cerros
y se vieron como manadas.
Eran las primeras brisas de diciembre
y corrían por los altos pinos y los cerros.
Atrás quedó el viento cálido del mes muerto.
Diciembre llegó frío y gélido como cada año.
Las brisas galopantes envolvieron en neblina
y sonrisas elegantes la noche.
Pasearon por las plazas y las ciudades.
Recorrieron los rostros de los ancianos y los niños.
Entraron por las ventanas de la iglesia
y tumbaron el calor que había a su paso.
Las primeras brisas de diciembre
son las primeras que se recuerdan del frío.
Entraron por la puerta de mi casa
y coquetearon con el pino decorado.
Levantaron la cortina blanca
y entre los colores del arbolito
se hizo fresco el ambiente.
Frente a la casa se son felices en las brisas.
Vuelve a soplar y otra vez
y las primeras brisas juegan.
Los labios se vuelven hielo
y los dientes rechinan ante el frío.
Las primeras brisas de diciembre
envuelven a la familia en muchos recuerdos.
La abuela no soporta estar lejos de casa
y corre detrás de la puerta hacia su habitación.
Es diciembre, tan frío y feliz para soñar.
Es diciembre, que reúne a la familia
en un ambiente de brisas y abrazos.
Las primeras brisas de diciembre dan paso al nuevo año.
Imagen source
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Feliz día.
Este poema captura perfectamente esa magia única de diciembre, hermoso y muy evocador.
Gracias amigo por tan importante y significativo comentario.
Feliz día.