Sara abre la puerta del cuarto y ve a su hermana cantando y brincando sobre la cama.
♫Navidad navidad linda navidad, es un día de alegría y felicidad ♫
–¿No te cansas de cantar esa canción todo el día?, le dice Sara a María, su hermana menor.
–¿Y porque me iba a cansar?, a mí me gusta.
–Ven acá que tengo que contarte algo muy importante.
–Tu siempre con esa cara de seria, jajaja –se burla María.
–Sabes que ayer mi mamá me dijo que le buscara el cepillo que estaba en su cuarto para peinarme, pero yo no lo encontraba y sin querer abrí las gavetas de su peinadora.
–¡Que abriste las gavetas!, mi mamá se va a enojar.
–Pero escúchame, adivina lo que encontré.
–No sé, mejor dímelo tu.
–Mira, las cartas al niño Jesús.
Y le enseña las cartas que ellas escribieron, dibujaron y que en letras de colores dicen: “Querido Niño Jesús”.
–Yo creo que mi mamá es el Niño Jesús, –dice Sara, con tristeza.
–¡No puede ser! ¡No lo creo!… ah ya sé, al niño Jesús se le cayeron las cartas cuando las vino a buscar y mi mamá se las guardó.
–¡No!... mi mamá es el Niños Jesús.
María se queda pensando en lo que su hermana le ha contado.
–No podemos decirle nada a mi mamá y mucho menos a nuestra hermanita, ella está muy pequeña y no debe saberlo. Yo voy a poner las cartas en el cuarto de mi mamá, antes que ella se entere que las agarré, –le dice Sara.
–Está bien yo no voy a decir nada, guardaremos el secreto, pero yo sigo creyendo que el niño Jesús es quien nos trae los regalos.
Esa noche se van temprano a la cama, y Sara no ha tenido tiempo para regresar las cartas al cuarto de su mamá y mañana es 24 de diciembre.
Tilín, tilín, tilín
–¡Escuchaste eso Sara!, grita María y se levanta de un salto de la cama.
–Yo no he escuchado nada, anda acuéstate y déjame dormir.
Tilín, Tilín, Tilín
–Claro que sí, yo si lo escucho.
De repente una luz que atraviesa las paredes alumbra todo el cuarto y María corre a la cama y se tapa con la cobija.
Pequeñas hadas de colores brillantes vuelan por todo el cuarto y registran todo lo que ven y así tan rápido como llegaron, se van atravesando la ventana, dejando de regalo, una estrella colgada en la pared.
–¡Viste eso Sara!
–Claro que lo vi, no estoy ciega.
De repente se queda pensando y le dice a María.
–Voy a buscar las cartas.
María desde la cama, tratando de agarrar la estrella que se balancea sobre ella, se voltea y le dice.
–No las vas a encontrar porque se las llevaron. ¡No te dije yo que las cartas se habían caído! y... ya me di cuenta que no fue al Niño Jesús, sino a las haditas encargadas de buscarlas.
Muy lindo amiga,las hadas se llevaron las cartas y no el niño Jesús. Suerte en el concurso.
Hola @maeugenia, me alegra que te haya gustado. La creencia de que el niño Jesus trae los regalos es una tradición muy bonita y por eso elegi ese tema pars el cuento. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo
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Muchas gracias apreciada comunidad. Saludos
Desde los tiempos de mi mamá una vez niña, ya se empezaba a comentar que no era cierto engañar a los pequeños con historias irreales sobre las fiestas. Pronto los niños iban a decepcionarse (lo que ocurría bastante a menudo y mi propia mamá se decepcionó ella misma, cuando niña: pronto sabrán que las hadas no existen -por encima, son personajes de cultura pagana, no cristiana-, ni papa Noel, ni los finados pueden regresar para traer regalos), además que lo primero de la Navidad es el cumpleaño de Jesus. Pero muchos se olvidan que es el cumpleaño de Jesus y sólo celebran comida hasta el malestar, negocios y comercio. Muy lastimoso.
Ps.: ¡mis felicitaciones a Sara por su sabiduría!
Hola amiga @pousinha. La tradición del niño Jesús y San Nicolás, están muy arraigadas. Yo también pasé por ese descubrimiento. Lo que tu señalas sobre el sentido de la Navidad es muy importante, porque se ha perdido su esencia y se ha convertido en una celebración más. Hay que retomar su espiritualidad. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo y bendiciones.
¡Qué ternura! Me encantan estos personajes niñas. Lindo recordar esos momentos de espera, sonidos que se escuchaban y quedarme dormida esperando los regalos. Estas niñas traviesas, inquietas así como nosotras tratando de que la inocencia no se pierda y los más pequeños no duden que las hadas hacen un buen trabajo. Gracias @popurri que las hadas ayuden al Niño Jesús y a Santa para que sigamos recibiendo muchas bendiciones.
Hola @lisfabian, me encantó tu comentario. No hay que perder la inocencia y la fantasía porque eso nos ayuda a mantener la alegría. Mis personajes niñas son como mis hijas y como tu dices como cada niña o niño que permanece en nosotros. Un abrazo y muchas gracias. Bendiciones y Amén.
Este comentario merece que lo vea el @comentador
Ingenioso relato @popurri
Sara y María mantuvieron su complicidad para que la pequeñita siguiera disfrutando de su inocencia.
Me recordó mi niñez. Cuando tenía 9 años vivíamos dos familias juntas. La otra niña que compartía la casa, tenía 6 años, y era muy traviesa. Nos pasó lo mismo comentamos entre nosotras quien sería el niño Jesús. Sospechábamos que eran nuestras madres pero decidimos guardar silencio. Por si acaso se arrepentían y no nos daban los regalos.
Lo más asombroso fue que casi descubrimos a nuestras madres infraganti. Esa noche casi no dormimos y nos hicimos las dormidas, a ver qué pasaba. Ambas vimos cuando nuestras madres entraban al cuarto y luego milagrosamente aparecieron los juguetes!!!!!
De todas formas nunca les dijimos nada. Fue nuestro secreto.....
Suerte en el concurso!!!
#soycomentadorenhive
Hola @katleya, yo creo todos los niños que creemos en el niño Jesús o en San Nicolás, pasamos por este momento de descubrimiento, pero lo importante es haber disfrutado de esa fantasía e inocencia que nos hizo felices. Por eso yo quise que mis hijos lo disfrutaran y se que en algún momento, aunque no me lo dijeron, me descubrieron jajaja. Años después si me lo contaron como algo gracioso. De hecho yo me basé en sus experiencias para escribir este cuento. Un abrazo y muchas gracias.