Desde los tiempos de mi mamá una vez niña, ya se empezaba a comentar que no era cierto engañar a los pequeños con historias irreales sobre las fiestas. Pronto los niños iban a decepcionarse (lo que ocurría bastante a menudo y mi propia mamá se decepcionó ella misma, cuando niña: pronto sabrán que las hadas no existen -por encima, son personajes de cultura pagana, no cristiana-, ni papa Noel, ni los finados pueden regresar para traer regalos), además que lo primero de la Navidad es el cumpleaño de Jesus. Pero muchos se olvidan que es el cumpleaño de Jesus y sólo celebran comida hasta el malestar, negocios y comercio. Muy lastimoso.
Ps.: ¡mis felicitaciones a Sara por su sabiduría!
Hola amiga @pousinha. La tradición del niño Jesús y San Nicolás, están muy arraigadas. Yo también pasé por ese descubrimiento. Lo que tu señalas sobre el sentido de la Navidad es muy importante, porque se ha perdido su esencia y se ha convertido en una celebración más. Hay que retomar su espiritualidad. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo y bendiciones.