

"Quitando las máscaras"
Desde niña, busqué siempre tener amigos, me encantaba conocer nuevas personas, pero debo admitir que prefería hablar con adultos porque siempre encontraba en sus charlas algo que aprender. Me gustaba aprender los nombres de las banderas, saber las capitales de los países del mundo, conocer el cuerpo humano y esto solo con menos de 5 años porque ya sabia leer. Mi problema de pertenecer comenzó en la primaria, era una niña muy pequeña para estar en una escuela, y eso lo digo con propiedad porque soy docente, sin embargo trataba de adaptarme a los juegos de los niños mas grandes, lo cierto es que por lo general me quedaba sola en el escalón cercano a mi aula absorta en mis pensamientos (luego descubrí que estaba disociada). Tiempo después en los grados mas grandes tenia muchos problemas por mi falta de filtro al decir las cosas, así que tuve que aprender a MORDERME LA LENGUA, para no decir lo que pensaba, sonreir y lograr ser parte de un grupo. Igualmente me pasaba en los momentos que la maestra formulaba una pregunta, era la primera en levantar la mano y eso de algún modo me hacia desagradable ante mis compañeros.
En la adolescencia, esto de tratar de parecerme al resto se agudizó, es normal en esta etapa pero en mí generaba una ansiedad terrible sentir que no era agradable para los demás, debo confesar que siempre me preguntaba por qué todos decían que yo era bonita y educada, pero a la hora de compartir no me tomaban en cuenta, y no, no era porque era una persona "metiche" o "repugnante" como decimos en Vzla, sino que mi esquema de valores no me dejaba ser parte de esos momentos de rebeldía o de inventar "cosas prohibidas" y eso hacia que mis amigos de alguna forma no confiaran en mí, eso lo entendí tarde. Por dar un ejemplo siempre me sentaba en la primera fila y odiaba que me pincharan con el lápiz para preguntarme algo en un exámen, cosa a la que no reaccionaba, terminaba mi exámen y me iba, pero para ellos quedaba siendo la mala, la que no los ayudaba o la que se la daba de genio. Como viví casi toda mi adolescencia en un internado, poco a poco fui cediendo y colocando un máscara para pertenecer de alguna manera, pues en el fondo quería tener amigos, esto me llevó ya en los años superiores a cometer actos que podían ser disciplinados y que ahora al recordarlo me da ternura y risa, porque estábamos tan alejados del mundo secular, que una mala acción podía ser enviar una carta sin autorización al hogar de los varones. Era emocionante pero yo sentía que estaba haciendo algo incorrecto y esto generaba demasiada ansiedad, lo que me llevo a padecer de un trastorno paranoico descubierto muchos años después por un siquiatra.
Esto fue así hasta mis 17, que salí del internado y entonces pasaron cosas que produjeron un cambio en mí. Pero eso se los cuento en la segunda parte donde hablaré de mi masking en mi juventud temprana.
Lo cierto es que esa necesidad de pertenecer nos hace vulnerables, y por lo general terminamos o cediendo o convirtiéndonos en las famosas "ovejas negras" del sistema en el cuál estemos.
¿De niño o niña hiciste algo en contra de tus principios sólo para sentir que pertenecías a un grupo determinado?
Gracias por dedicar tiempo valioso de tu vida a leerme.
Abrazo 🫂
Zully🤗
Imágen principal hecha en Canva. Imágenes propias.
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El sentido de pertenencia es instintivo, somos seres sociale (menos yo 🤣) y la adolescencia no es precisamente un buen momento en la vida de nadie... yo no volvería a ella aunque me pagaran por ello. El conflicto lo defines muy bien y parece ser entre lealtades. Entre ser una chica bonita y educada (como alguien te dijo, o creíste que te dijo, que había que ser para ser aceptada) o saltarte la norma (como los grupos de adolescentes exigen).
La primera lealtad es con nosotras/os mismas/os. Esto es una opinión... nada más.
Un abrazo muy grande, Zully.
Siempre me sentí distinta, tanto en casa como en la escuela, en cualquier parte y no disimulé nunca eso, lo era y ya. No usé máscaras, sólo me mantenía en silencio y más aislada. Con el tiempo y sin dejar de ser quien era, aunque sufría un poco, llegaron las personas afines a mí. Cuesta tiempo eso pero se logra. Siempre fui leal a mis principios, y eso disgustaba al resto, lo hice aún a riesgo de estar sola. Tengo dos super super amigas, ellas me conocen muy bien y dos no es poco, es un tesoro. Nunca quise tener muchos amigos jajaja soy demasiado alien.🤗
👽🖖🏽abrazo interestelar. Te quiero un montón ❤️