He visto que, en ocasiones, el periodismo exagera mucho con los bajones de rendimiento de algunos futbolistas. Hablan demasiado cuando no están en su mejor nivel, pero luego, cuando regresan a un buen rendimiento, los llaman “cracks”. Es casi una montaña rusa. Lo he notado, por ejemplo, con Rodrygo del Real Madrid o con Camavinga.