Es complejo porque depende del valor que se le da, a lo que pensamos que nos hace feliz. Por ejemplo un valor patrón en la sociedad mundial es acumular bienes materiales, y asociar la felicidad en mayor y menor grado según la cantidad material que pueda acumular o poseer. Con el respeto de todas las opiniones e ideologías, para mí es un falso valor en dónde la felicidad es inestable. La felicidad es eterna como nuestro ser en el universo. Tener o no tener dinero o bienes materiales, no te hace menos feliz o más feliz, la felicidad está en cada uno de nosotros, está en nuestros pensamientos, en nuestros sentimientos, en nuestros actos, en la caridad, la indulgencia. Solo basta con mirar dentro de nosostros, observar en las cosas más sencillas de la naturaleza y meditar que tan felices somos por tener como atributo espiritual el pensamiento.
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