Me gustó leerte, sabes con el tiempo he aprendido que esas personas que son hostiles, tienen una falta de cariño y amor enormes, a veces el solo tratarles con atención y demostrarles interés en ellos hace la diferencia, dedicarles un poquito de tu tiempo, otras veces quizá es tanto el dolor que llevan que no pueden reaccionar pero no importa nosotros igual quedamos con la satisfacción de haber intentado dar lo mejor. Gracias por escribir tu experiencia, un abrazo.
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Claro, amiga. Para mí fue una lección de vida la forma como el señor Papi cambió su actitud conmigo. En ese tiempo no lo entendí, pero ahora puedo decir que él sólo tenía necesidad de reconocimiento.